Año CXXXVI
 Nº 49.871
Rosario,
viernes  13 de
junio de 2003
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Gogevinas: "Europa debe aumentar su peso político"
El embajador griego en Argentina analiza los efectos de la crisis iraquí en las relaciones trasatlánticas

El embajador griego en Argentina, Alexios Cogevinas, hace un balance optimista del agitado semestre al frente de la presidencia europea que su país está por terminar: la confrontación con Estados Unidos y Gran Bretaña por la guerra de Irak "fue una pelea entre amigos" y "manejamos bien la crisis". El diplomático admitió que "los europeos estamos en la búsqueda de aumentar el peso político de Europa" y también consideró viable la aplicación del modelo de integración europeo en América latina. El embajador griego visitó Rosario para dar una conferencia en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia dentro del ciclo "La Unión Europea: un modelo de integración".
-¿Cuál es el balance del semestre de Grecia al frente de la presidencia europea, teniendo en cuenta que les tocó un período muy crítico por el conflicto iraquí, una de las peores crisis entre Europa y EEUU desde la posguerra?
-Para Grecia fue realmente bastante difícil. Esta guerra cambió muchísimas cosas. Una de las razones fue el hecho de que con los países que estaban en guerra tenemos excelentes relaciones. Con EEUU, porque gracias a ellos Grecia pudo superar los problemas de la II Guerra en los años 50, cuando se construyó la base de la economía griega moderna. Por otro lado, en el mundo árabe Grecia tiene muchísimas relaciones. Arabia Saudita prácticamente fue construida por compañías griegas y el petróleo árabe es transportado por barcos griegos. Estuvimos así en medio de una pelea entre amigos. Además, dentro de la UE se plantearon diferencias importantes, de visión de la crisis. Y creo que la manejamos bien, muy bien.
-Hay sin embargo una percepción de que nada será como antes. Parece que la posguerra da lugar a otra época, en la que Europa busca ponerse de igual a igual con EEUU en todos los órdenes, no sólo en el económico.
-No estoy completamente de acuerdo con Ud. Por supuesto, pasó una crisis, y dejó una herida entre Europa y EEUU, pero hubo otras mucho peores: la II Guerra es un ejemplo típico. Sí hay problemas y hubo problemas, pero creo que son temporarios.
-Pero la crisis demostró que la UE tiene escaso peso en la escena internacional. Y frente a la nueva doctrina de política exterior norteamericana, la de los halcones, Europa, o elige la subalternidad a Washington o, como quiere Chirac, busca un sistema multipolar en el que la UE sea uno de los polos fuertes.
-No estoy de acuerdo con el peso político que Ud. otorga a Europa. Por supuesto que estamos en la búsqueda de aumentarlo, justamente porque Europa en este momento se está fortaleciendo con el ingreso de 10 países (en 2004), que pueden ser aún más en el futuro. Pero tenemos un peso económico importante, como Ud. sabe los europeos somos el socio principal de Argentina, y este peso económico aumenta el peso político. Esta crisis demostró que hay un peso político importante de la UE; la única que hizo funcionar de verdad a la ONU fue Europa.
-Pero además se vio una división muy fuerte en la UE, entre los proamericanos, entre ellos los países que entrarán el año que viene, y el campo liderado por Francia. ¿Como se gestionará esta diametral diferencia de criterio cuando sean 25?
-Para mí es muy positiva esta diferencia, demuestra que tenemos diferencias inmensas, como idioma, cultura y religión, pero manejamos de forma democrática a la Unión. Cada uno sigue teniendo su opinión sin imponerla. Algo que inventamos los griegos, la democracia, es lo más importante que tiene hoy la UE.
-Esto lleva al proyecto de Constitución europea. En el texto que presentó Giscard D'Estaing se elimina el poder de veto en cuestiones internas, pero se lo mantiene en política exterior. Un solo miembro sobre 25 podrá anular una decisión clave en esta área, así que el futuro ministro de Exteriores europeo será muy débil.
-Hay por supuesto muchos problemas para tomar una decisión entre 25 países con diversidades importantes. Por eso se hizo un trabajo en la Convención que necesitará aún más tiempo para terminarse.
-¿En qué instancia está este proceso de Constitución europea?
-Creo que va a tardar años, no un año, sino años para decidirse. Mi opinión personal, no la de mi gobierno, es que este proyecto refuerza a los países grandes y debilita a los chicos. Saca el poder de veto prácticamente de todos los campos. Mi opinión es que deberá mejorarse el proyecto para llegar a un punto más balanceado entre los intereses de los países grandes y los chicos. Crear una federación europea es una buena idea pero no están bien balanceados sus componentes.
-Algunos afirman que América latina debe aplicar el modelo de integración europeo y no el Alca que quiere EEUU. ¿Le parece transferible este modelo a América latina?
-Ustedes tienen más posibilidades (que Europa): tienen sólo dos idiomas, que son muy cercanos, portugués y español. Y las economías son muy paralelas, tanto que algunas veces se complementan. Pienso en Argentina y Brasil, pero también en Chile, que tiene mucho que enseñar. Todo esto facilita la integración. No sé si el modelo europeo es el ideal, pero sí demuestra que se puede hacer. Mi opinión es que el mundo se dirige a dividirse en pocos bloques, y esta parte del mundo tiene que pertenecer a uno para sobrevivir.
Entrevista: Pablo Díaz de Brito


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