Gaza. - Un ataque israelí con misiles disparados desde helicópteros mató ayer a siete palestinos, entre ellos un dirigente del grupo islámico Hamas, su esposa y la hija de ambos, al continuar el derramamiento de sangre que ha dejado tambaleante al plan de paz respaldado por EEUU. En Jenín, norte de Cisjordania, el ejército israelí ultimó a dos activistas del movimiento radical palestino Jihad islámica. Este último enfrentamiento se produjo luego de que un grupo de palestinos matara a balazos a un israelí que viajaba en su automóvil cerca del poblado cisjordano de Yabed.
Asimismo, tanques israelíes tomaron ayer posiciones en la colonia de Netzarim, en la Franja de Gaza, y aislaron la parte sur de la parte norte de ese territorio. El ejército israelí también rodeó el campo de refugiados de Tulkarem, en el norte de Cisjordania.
La ofensiva israelí ocurrió al día siguiente de un atentado explosivo suicida palestino que mató a 16 personas que viajaban en un autobús en Jerusalén, que fue seguido por ataques de helicópteros israelíes que causaron 11 muertos en la Franja de Gaza. Una fuente de seguridad israelí dijo que el ataque con misiles siguió a una orden del Ministerio de Defensa al ejército, indicando "utilizar todos los medios con que cuenten" para aplastar totalmente al grupo islámico Hamas, que se adjudicó el atentado contra el autobús y prometió nuevos ataques. La orden, decretada al término de una reunión del Estado mayor con el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, poco después del ataque, se refiere no sólo a las infraestructuras de la organización sino también a los jefes políticos que en lo sucesivo no tendrán ninguna "inmunidad".
Los helicópteros israelíes dispararon seis misiles contra un automóvil en el barrio Sheikh Radwan, ciudad de Gaza, reduciendolo a chatarra e hiriendo a más de 50 transeúntes, según testigos. Un dirigente del ala militar de Hamas identificado como Yasser Taha, buscado por Israel, murió en el auto junto a su esposa y una hija de tres años, dijeron fuentes palestinas.
En un comunicado, el brazo armado de Hamas, la Brigadas Ezzedin al Qassam, advirtió ayer que el ataque suicida en Jerusalén sólo era un anticipo de las operaciones que preparaba contra Israel e invitó a los extranjeros a abandonar el Estado judío "por su seguridad". Un estadounidense de 46 años estaba entre los 16 muertos en el atentado contra el autobús ocurrido el miércoles en Jerusalén. El grupo integrista advirtió que todos los israelíes y "sobre todo Sharon, son blanco" de sus operaciones militares.
Sin inmunidad
Al respecto, el ministro de Seguridad Interior israelí, Tzaji Hanegbi, amenazó ayer la vida de los jefes del principal movimiento islamista palestino, Hamas, afirmando que no dispondrán de ninguna inmunidad. "Los jefes de Hamas no disponen de inmunidad alguna, sobre todo en momentos en que esta organización hace todo por sabotear cualquier proceso político", declaró Hanegbi.
Hanegbi respondió de esta manera a la pregunta sobre la posibilidad de que el jeque Ahmed Yassin, líder espiritual y fundador de Hamas, sea blanco de un operativo de eliminación como el que fue lanzado por el ejército israelí el martes en Gaza contra Abdelaziz Rantissi, uno de los jefes políticos de la organización. Rantissi salió con vida tras el ataque con disparos de cohetes lanzados desde helicópteros contra el automóvil en el que viajaba.
El ministro indicó que antes de autorizar una operación de eliminación "los responsables políticos toman en cuenta consideraciones operativas y deciden o no lanzar este tipo de operaciones cuando las condiciones están maduras". En cuanto al presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, el ministro de Seguridad dijo que "goza de inmunidad". "El primer ministro Ariel Sharon se comprometió ante EEUU a que Israel no agreda físicamente a Yasser Arafat", añadió.
Previamente, Sharon juró en una reunión de emergencia de su gabinete que seguirá presionando con ataques a los militantes de Hamas, un grupo islámico que se propone lograr la destrucción del Estado judío. "Las operaciones continuarán. Nadie es inmune", dijo una fuente de los servicios de seguridad israelíes. El ejército israelí dijo que Taha era uno de los dirigentes de Hamas más importantes y que los miembros de su familia murieron por error.
Funcionarios palestinos dijeron que las operaciones militares israelíes en la Cisjordania y la Franja de Gaza han impedido a las debilitadas fuerzas de seguridad palestinas movilizarse para controlar a los militantes.
Arafat pide ayuda
El presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, pidió a los representantes del llamado "cuarteto" de mediadores de paz en Medio Oriente -EEUU, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas- que intervengan de inmediato para poner fin a la escalada de violencia. "Necesitamos que se aplique una presión muy fuerte (contra Israel) para impedir esta agresión contra nuestro pueblo", dijo Arafat.
Sin embargo, EEUU -aunque rechazó el intento de Israel de asesinar el miércoles a otro alto dirigente de Hamas- culpó de la escalada de violencia a los grupos militantes palestinos. "El asunto no es Israel, el asunto no es la Autoridad Palestina, el asunto son los terroristas que están asesinado gente para tratar de impedir que continúe el proceso de paz", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. "El asunto es Hamas, los terroristas son de Hamas", enfatizó.
Entretanto, unos 30.000 palestinos acudieron en la Franja de Gaza a los entierros de dos miembros de Hamas que el miércoles fueron ultimados en una intervención militar israelí. En el operativo murieron otros seis árabes. (Reuters, Télam y DPA)