Mauricio Maronna / La Capital
La reunión entre Néstor Kirchner y Hermes Binner impactó en el PJ santafesino como una verdadera patada en el hígado. "La foto jode, pero pasará pronto si se entrevista con (Carlos) Reutemann. Ahora, si juega directa o indirectamente con Binner, Kirchner tendrá una estruendosa ruptura con el peronismo provincial", confió una alta fuente partidaria. Pero rápidamente el presidente tomó nota del conflicto político que estalló a partir de las durísimas críticas del socialista contra el Lole y decidió estar hoy en la capital de la provincia para reunirse con el gobernador. Desde Balcarce 50 confiaron anoche a La Capital que "de ninguna manera habrá apoyo para alguien que no sea justicialista", pero que el jefe del Estado necesita "contener" a Elisa Carrió, Aníbal Ibarra y al intendente rosarino como parte de una estrategia destinada a ampliar los consensos. Sin eufemismos, un operador del Ejecutivo nacional describió la decisión de ponerle alfombra roja a Binner: "Tenemos la obligación de hacernos los boludos". El informante aseguró que Kirchner va a jugar en Santa Fe acordando con Reutemann, y que el "ariete" de esa ofensiva es el operador político y titular de la Unidad Presidente, Juan Carlos Mazzón. "El está juntando las cabezas de los intendentes como una forma de contenerlos, y los va a aportar al armado justicialista dentro de una estrategia concertada con el Lole". En Santa Fe falta definir la relación entre Reutemann y Jorge Obeid, quien hizo llegar un mensaje inquietante. "Yo no quiero ir mezclado en un enjambre de candidatos. Les garantizo el triunfo, pero que Reutemann no saque un caballo del comisario. O vamos todos en igualdad de condiciones o el caballo del comisario soy yo", habría sido -palabras más, palabras menos- el ultimátum del ex gobernador. La posibilidad de que Obeid baje su candidatura puso en alerta a la Casa Gris. "Pensar en un articulado sin el Turco es erróneo", suavizaron anoche, aunque arreciaban las versiones sobre un inminente lanzamiento de Horacio Rosatti. Para lograr equilibrio territorial, el oficialismo necesita de Obeid y de Héctor Cavallero, quien ya se encuentra caminando los distritos a paso redoblado. Cuando las sombras se posaban sobre la Casa Rosada, un altísimo operador nacional cortó de cuajo con las suspicacias: "Que se queden tranquilos los compañeros: queremos que Lole se acerque un poco más, pero como está mal de salud, hoy el presi irá a darle unos mimos". Reutemann tendrá un buen motivo para dejar por unas horas su lecho de enfermo.
| |