Jerusalén. - Tras el último atentado suicida en Jerusalén de Hamas, Israel ha declarado la guerra sin cuartel al grupo radical islámico. Hasta el fundador de esta organización, Ahmed Yassin, de 67 años y postrado en una silla de ruedas, es una meta legítima, según trascendió ayer de círculos próximos al gobierno israelí. Yassin pasó ocho años en prisión. "Por su dimensión, esto sería tan malo como si Israel ultimara al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat", explicó un periodista palestino acerca de un posible ataque contra Yassin. "No se debe olvidar que es un hombre enfermo, discapacitado y mayor. Lo único que todavía se mueve en su cuerpo es su lengua", señaló el periodista quien dijo que son inimaginables las consecuencias de una acción israelí así. "Sería el infierno: decenas de atentados suicidas, manifestaciones masivas, un sinfín de disparos de misiles contra ciudades israelíes", aseguró.
Este continuo azote entre Hamas e Israel, que no parece tener fin, ensombrece los esfuerzos de paz para Medio Oriente desde hace más de una década. También compromete la puesta en marcha del último plan internacional, la "hoja de ruta", por la disputa que mantienen israelíes y palestinos sobre cómo poner fin a los actos violentos de Hamas.
Propuesta ilusoria
El primer ministro palestino, Mahmud Abbas, aboga por la posibilidad de una solución pacífica con Hamas con un alto el fuego, aunque sea limitado temporalmente y un compromiso del grupo como puro movimiento político. Israel, sin embargo, considera esta propuesta ilusoria. Y como prueba ofrece la falta de disposición al compromiso en las últimas declaraciones del líder de Hamas Abdel Aziz Rantisi, quien tras el intento frustrado de asesinarle el martes juró que Hamas seguiría luchando "hasta que el último sionista se vaya de todos los rincones de Palestina".
Estas palabras no han hecho más que atizar el temor existencial que muchos israelíes tienen profundamente arraigado. Por ello, Israel insiste en que las fuerzas policiales palestinas combatan con toda su fuerza a los grupos extremistas y acaben con ellos. Abbas teme, sin embargo, que en ese caso (y en vista del amplio respaldo de Hamas entre la población) estalle una guerra civil entre palestinos, algo que él intenta evitar con todas sus fuerzas.
Sharon cuestionó duramente a las autoridades palestinas por no esforzarse para combatir a los terroristas. Israel subraya que seguirá con la práctica de ataques selectivos hasta que los "propios palestinos combatan el terrorismo". El único resultado de la actuación del ejército israelí hasta la fecha tan sólo ha sido más derramamiento de sangre.
En casi todos los ataques selectivos contra activistas de Hamas han muerto civiles inocentes y el odio contra Israel en los territorios palestinos no hace más que acrecentarse. Cada vez más jóvenes están dispuestos a inmolarse como mártires. Muchos palestinos creen que Sharon, con sus acciones militares, tan sólo quiere provocar adrede a Hamas para torpedear el proceso de paz.
En opinión de observadores políticos locales sólo EEUU podría resolver este dilema. "Creo que lo único que realmente será efectivo sería que EEUU ejerciese una mayor presión económica", apuntaba un periodista israelí, quien aseguró que "el presidente George W. Bush debería decir a Sharon que va a cerrar el grifo del dinero si no detiene por completo los ataques selectivos". A su vez, explicó el periodista, Abbas debería entender que el proceso de paz no tiene posibilidades de prosperar si continúan los ataques contra Israel. (DPA)