El consumo de carne vacuna en el mercado interno se derrumbó a 51 kilogramos por habitante y por año, un 16,4% menos que en 2001, según datos oficiales. De acuerdo a lo difundido por la Dirección de Mercados Ganaderos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya), ese importante recorte obedeció a la suba que se registró en los precios de los principales cortes bovinos de consumo masivo, así como a la brusca caída que exhibe el poder adquisitivo de la población. Previo a los cambios económicos que operaron en el país con la devaluación de la moneda nacional, el consumo por habitante y por año se ubicaba levemente por encima de los 70 kilogramos, un volumen histórico que sólo cayó en el período indicado. Según datos del mismo organismo y de la Dirección de Mercados de la Sagpya, la población argentina consumió una cantidad superior a la actual de carne vacuna a finales de la década de 1920, cuando la ingesta alcanzó los 75 kilos por habitante y por año.
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