Año CXXXVI
 Nº 49.869
Rosario,
miércoles  11 de
junio de 2003
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La Casa Blanca "toma nota" del conflicto con la Corte Suprema

Colin Powell reveló que el gobierno de George W. Bush "está tomando nota" y consultó con la Corte Suprema de su país sobre el conflicto existente entre la administración de Néstor Kirchner y el máximo tribunal de Justicia argentino. De todos modos, abogó por una solución "compatible con los procedimientos constitucionales". Las palabras de Powell aparecen como una advertencia de que la Casa Blanca está siguiendo atentamente el caso para que no se afecte la seguridad jurídica y no haya riesgos para los intereses de esa nación.
La actitud asumida por Powell -que desde algunos sectores fue interpretada como una injerencia de Washington- recuerda también las intervenciones de EEUU para defender los intereses de empresas privadas de ese país, como en 1991, cuando el entonces embajador Terence Todman actuó ante un supuesto pedido de coimas a la empresa Swift (el Swifgate), que provocó una crisis en el gobierno de Carlos Menem y la renuncia de varios funcionarios.
El alto funcionario norteamericano reveló que dialogó con Kirchner y con el canciller, Rafael Bielsa, acerca de la delicada situación que atraviesa la Corte, especialmente desde que el presidente salió a reclamar públicamente al Congreso la agilización del juicio político al ministro Julio Nazareno, titular del supremo tribunal.
"Le mencioné a mi colega, el canciller, y al presidente que estábamos tomando nota de lo que sucedía y hemos hablado con nuestros jueces de la Corte Suprema", relató Powell a la prensa. Luego agregó: "Hemos escuchado qué es lo que se va hacer y que todo será compatible con los procedimientos constitucionales. Se le ha pedido al Poder Legislativo de la Argentina que resuelva el tema". Powell llegó a Argentina seis días después de que Kirchner exhortara al Congreso a avanzar en el juicio político a Nazareno.
Coincidencia o no, Powell llegó a Argentina el mismo día en que Kirchner voló a Brasil (lo hizo pasadas las 19), donde hoy se reunirá con el mandatario de ese país, Lula da Silva, para tratar la profundización del Mercosur.
Argentina y Brasil son los dos socios principales del bloque comercial y ambos acordaron reforzar una alianza estratégica para enfrentar las negociaciones por la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (Alca), que impulsa EEUU.
Precisamente el tema Alca fue para algunos la verdadera razón del viaje de Powell a Buenos Aires. EEUU, que preside la mesa del Alca con Brasil, pretende reanimar el compromiso de los países con el proceso ante la poca disposición que demuestra el Mercosur por avanzar más rápidamente.
"El tratado del libre comercio es un tema que mencioné y transmití el interés que tiene mi gobierno para llegar a un acuerdo para la región", afirmó ayer Powell. Está claro que al gobierno de Bush no le conviene un Mercosur fuerte que intente negociar en bloque con el Alca. Ya Washington tiene problemas con la Unión Europea y sabe que el Mercado Común Asiático, liderado por China, mantendrá una posición independiente.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien acompañó a Kirchner a Brasil, asistirá este fin de semana de un encuentro en Maryland (EEUU) que es preparatorio a la octava reunión de ministros de Comercio del Alca, que se realizará en noviembre en Miami.


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