Kabul. - Cuatro soldados alemanes de la fuerza internacional de paz en Afganistán (Isaf) murieron ayer y otros 29 resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad, cuando un kamikaze estrelló un coche-bomba contra el colectivo en que viajaban, informó el gobierno germano. El canciller alemán, Gerhard Schroeder, condenó con consternación el atentado, el peor contra la fuerza multinacional en Afganistán, ocurrido en la ruta que une las ciudades de Kabul y Jalalabad, a unos 5 kilómetros al este de la capital. En una declaración emitida en Berlín, el jefe del gobierno alemán manifestó su pésame a los familiares de los soldados "que sacrificaron su vida para un futuro mejor de Afganistán". "De acuerdo a lo que sabemos, el alevoso y cobarde atentado fue cometido por fuerzas terroristas , enemigos declarados del proceso de paz y estabilización en Afganistán", agregó Schroeder. Según fuentes militares, un taxi cargado de explosivos explotó al lado de uno de los dos autobuses que trasladaban al aeropuerto de la capital afgana a los soldados alemanes, que iban a volver a su país de origen. Los vehículos salieron del cuartel general germano y poco después, en una calle principal, uno de los dos autobuses quedó totalmente destruido por una explosión. El gobierno alemán señaló que se reforzarán las medidas de seguridad de todo el contingente de la Isaf, pues "este atentado demuestra que la paz y la seguridad en Afganistán está todavía lejos". "Lo que sí podemos decir ahora es que el peligro en Afganistán ha entrado en una nueva dimensión", dijo el ministro. Decenas de vehículos de la Isaf, vehículos blindados y ambulancias con los colores alemanes, holandeses, franceses y británicos, al igual que algunos coches de la embajada alemana, se precipitaron al lugar del incidente, que fue acordonado y cuyo acceso fue prohibido a la prensa. Varios cuerpos yacían cerca del micro carbonizado, que fue proyectado a unos diez metros de la ruta, informaron corresponsales. Trabajadores extranjeros y tropas de la ISAF han sido blanco de ataques en los últimos meses. Hace dos meses, el cuartel general de la fuerza internacional fue atacado con un lanzacohetes, aunque nadie resultó herido. Las autoridades afganas acusan de estas acciones a núcleos de combatientes del derrocado gobierno talibán, todavía activos en el país, después de que EEUU acabara con el régimen radical islámico a fines de 2001. (Télam)
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