El ex predio de la Sociedad Rural perdió su esplendor. El tradicional lugar que forma parte del parque Independencia, delimitado por Oroño, 27 de Febrero y Dante Alighieri se distingue por el abandono, su utilización para cualquier fin y el estado deplorable en el que se encuentran los paredones que lo delimitan. En cuanto a la basura, bien gracias: se puede levantar a paladas. El sitio se utiliza con frecuencia para realizar outlets (negocios de ofertas, generalmente de ropa), que para atraer el público abren las puertas por Oroño con la música de cumbia a todo volumen, lo que rompe con la armonía del espacio verde. El estado de los galpones centrales que se utilizan con estos fines es cuanto menos decadente. Los puestos de ventas se ubican uno tras de otro, con endebles instalaciones de electricidad y escasas condiciones higiénicas. Ejemplo de eso es el basural que existe en la parte interna pero trasera del lugar, donde se acumulan los desperdicios. Pero hay más. Quienes visitan el parque para hacer gimnasia, o simplemente caminar, no dejan de sorprenderse por el estado calamitoso del muro que se levanta a lo largo de 27 de Febrero. No sólo el paredón perimetral, deteriorado y lleno de carteles de propaganda política y graffitis, es un contaminante visual en sí mismo: la estructura edificada tiene grandes fisuras, cuando no directamente huecos que dan cuenta del accionar de la depredación pública. Y si se levanta la vista es posible ver la mugre sobre los techos de los galpones sobre 27 de Febrero, cuando no los agujeros enormes y la falta de cuidado de los añosos árboles del predio. Un capítulo aparte merece la senda peatonal que recorre la avenida Dante Alighieri en la que además de las irregularidades de la superficie que está asfaltada se pueden encontrar puestos ambulantes de ventas como choripanes, con parrilla y brasas incluidas, hasta carritos de pororó o de gaseosas con panchos. Sobre este sitio, en el que se erige una especie de plazoleta, hay una fuente con una figura femenina de gran tamaño que parece condenada al olvido. Sucia y rota, la escultura soporta los embates del tiempo y de la falta de mantenimiento. Los amigos del parque habían pedido a la Municipalidad que la restauraran y trasladaran. Hubo promesas, pero no ocurrió nada. El lugar se vuelve más tenebroso cuando cae el sol ya que el alumbrado público es escaso y todo se vuelve una especie de boca de lobo sin salida. También en aquellos sitios donde las paredes se cayeron o fueron derribadas por la acción de los malvivientes, apenas se pusieron simples alambres tejidos que ya están agujereados y semidestruidos. Así, el predio que depende del Ente Turístico de Rosario (Etur), no sólo dejó su esplendor, sino que parece relegado al olvido, más allá de los anuncios que una y otra vez se hicieron sobre el predio para mejorarlo y ponerlo a la altura de su merecida trayectoria.
|  En la parte posterior del predio hay un gran basural. |  | Ampliar Foto |  |  |
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