Año CXXXVI
 Nº 49.866
Rosario,
domingo  08 de
junio de 2003
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Entrevista. Señaló que Kirchner debe legitimarse en la gestión
Botana: "La gran incógnita es qué pasará con el PJ"
El politólogo dijo que Duhalde inició la cuarta transformación del peronismo y que el gobierno la profundizará

Carlos Colombo / La Capital

El reconocido politólogo Natalio Botana señaló que luego de "la ira y el descontento" se pueden ver algunos "indicios" de hacia dónde van las instituciones, aunque advirtió que ese camino aún "está en medio de la bruma". En un reportaje que concedió a La Capital recorrió la realidad y admitió que el presidente Néstor Kirchner deberá "legitimarse" en la gestión, pero que su problema es que hasta diciembre no tendrá un Congreso propio.
Botana realzó la gestión de Eduardo Duhalde, que logró "mantener la estabilidad monetaria y organizó la parte fiscal", pero advirtió que "la crisis de representación persiste" y que la gran pregunta es "qué va a pasar con el justicialismo" luego de haber competido dividido en tres sectores.
-Al no haber logrado un alto caudal de votos, ¿Kirchner necesita legitimarse en la gestión?
-Kirchner debe legitimarse a través de su gestión, pero tiene por delante una situación muy complicada porque hemos colocado la yunta detrás del carro. Habitualmente en una democracia representativa tienen lugar las elecciones parlamentarias y presidenciales. Ahora Kirchner tiene que afrontar una sucesión de elecciones en 20 distritos donde se va a plantear el sentido agonal de la política. En los primeros seis meses tiene un desafío muy grande por el mal diseño que se tomó al adelantarse los comicios. Súmele que encima se han adosado a las elecciones nacionales -de diputados y senadores-, las provinciales, con lo que el conflicto político se hace más intenso. Eso es un obstáculo, pero también puede ser una oportunidad en la medida en que Kirchner pueda construir una mayoría en el Congreso.
-Después del "que se vayan todos", el 27 de abril no hubo voto bronca y la gente se volcó espontáneamente a Plaza de Mayo a saludar el nuevo gobierno. ¿El ciudadano vuelve a creer en la política o subsiste el descontento?
-El descontento subyace. De la Rúa tuvo en sus primeros meses el mismo nivel de popularidad que tiene ahora Kirchner. En general, los presidentes se inauguran con una expectativa positiva. Tampoco se puede decir "creer en la política", lo que se debe dilucidar es cómo se cree en la política. El 27 de abril se recreó una cierta confianza en la política a través de una fragmentación muy pronunciada, con un justicialismo con tres candidaturas, la desaparición de la UCR, y ese espacio lo ocuparon Elisa Carrió y López Murphy. Así se expresó la sociedad argentina. Diría que es una expresión positiva, pero complicada, porque tenemos muchos partidos, el PJ está dividido y un diseño institucional que puede favorecer la desunión porque le da muchísimo poder a los gobernadores.
-¿Carrió y López Murphy pueden ser el comienzo del armado de una fuerza de centroizquierda y centroderecha, o siguen siendo construcciones mediáticas basadas en el personalismo?
-En la elección de marzo de 1973, si uno hacía un corte entre el voto peronista y el voto no peronista, lo que encontraba era que dentro del voto peronista había un centro, una derecha y una izquierda, y si iba para el lado del no peronismo encontraba exactamente los mismo: una centroderecha, con Manrique-Martínez Raymonda; un centro, con la UCR de Balbín, y una centroizquierda, con la fórmula Alende-Sueldo. El problema de fondo que tiene la Argentina es que es muy difícil hablar de derecha, centro y centroizquierda porque sigue dividido el país. Puede ser que lo de Carrió y López Murphy sean opciones de centroizquierda y centroderecha, pero en el universo no peronista, y lo que está en discusión en este momento es qué va a pasar con el justicialismo.
-Ricardo Sidicaro habla de "los tres peronismos" y hace unos días Tomás Eloy Martínez comparó al PJ con una hidra a la que cada vez que se le corta una cabeza aparece otra que dice "lo que estaba antes no era peronismo, peronismo es lo que vamos a hacer nosotros".
-Esa es una bellísima expresión literaria, pero creo que históricamente se pueden reconstruir tres peronismos. El primer peronismo, el de Perón, tuvo características claras: popular, inclusivo y autoritario; el peronismo revolucionario es un tipo sociológico comprensible, y no hay ninguna duda de que la conversión del peronismo a la derecha que realiza Menem durante los 90 tiene una trascendencia tan grande que supera en años al propio Perón. Creo que con Duhalde ha empezado una cuarta transformación, que no sé si se dará dentro del propio peronismo o si seguirá la fragmentación y Kirchner buscará una alternativa de centroizquierda propia con algunos elementos del peronismo y sectores de otros partidos.
-Esto tiene que ver con la vieja "teoría de la bolsa" de Perón o con la velocidad del peronismo para reconstituirse. Los que aplaudieron a Kirchner en la Asamblea Legislativa son los mismos que le votaban las leyes de privatización a Menem.
-Yo me inclinaría más por la segunda de sus hipótesis, porque para meter la mano en la galera hace falta el mago, y el mago ya no existe. Hablo del transformismo, que fue una característica de la política italiana antes de la I Guerra Mundial, y yo tengo la visión de que el peronismo es el movimiento histórico que más se asemeja a los viejos movimientos conservadores que hicieron la Argentina, que podían tener diversas expresiones y cambiar sin ninguna dificultad.



"Kirchner no dejará de apostar a la centroizquierda". (Foto: Marcelo Bustamante)
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