Pablo F. Mihal / La Capital
Gimnasia venía entonado, sumando partido a partido en busca de trepar en la tabla. Y ayer tenía una prueba de fuego ante Jockey, examen que aprobó sólo con lo que expuso en el segundo tiempo, donde consiguió cuatro tries y redondeó una victoria por 35 a 18 en la séptima fecha del Regional del Litoral, certamen donde está en juego la Copa Volkswagen. En el medio de un concierto de kicks posicionales, Gimnasia puso de manifiesto sus intenciones de quedarse con el partido cuando empezó a ganar terreno y a aprovechar los errores de Jockey para marcar de a tres. Aún dominando territorialmente y con la pelota en su poder, el local fue bastante austero y no se salió del planteo. De los dos equipos, el auriazul fue el que más atacó y sobre todo en los primeros veinte minutos obligó al verdiblanco a defenderse. Y también a equivocarse. Después de ese ahogo, tras la figura de Diego Silvetti, Jockey empezó a repuntar. Usó la misma moneda y aprovechó muy bien los errores del local. Y ni que se hubieran puesto de acuerdo, los dos bajo el lema "la táctica ante todo", repartieron aciertos y errores. Para resumir los primeros cuarenta minutos podría decirse que fueron un verdadero y fastidioso "penalty show", ya que las acciones de brillo brillaron (valga en este caso la redundancia) por su ausencia. Todo fue muy táctico y ninguno quiso arriesgar por temor a perder la pulseada. Todos los asistentes coincidieron en que el partido se asemejaba más al ajedrez que al rugby. Se ve que el celular de Dios estaba prendido y "El" atento a las requisitorias, porque los cuarenta finales no tuvieron ni punto de comparación con los iniciales. Gimnasia salió con todo y antes de que se cumpla el minuto de juego marcó el try que rompió la paridad, que cambió la historia. Borrel rompió la línea de ventaja, habilitó a Ventimiglia, éste a Belegni quien con un preciso kick le dejó la pelota servida a Budaci para que la tomara y se zambullera en el ingoal. Era el mejor momento de Gimnasia y el peor de Jockey, que acusó el durísimo golpe. Inmediatamente, llegó el segundo cachetazo para la gente de Fisherton con el try de López tras un maul que resultó imparable. A partir de allí, el partido cambió radicalmente. Jockey se vio obligado a jugar y a descontar, pero falló en la toma de decisiones. Intentó dar pelea por el lado de los forwards, pero ese no era el lugar indicado: los locales estaban muy afilados. Y por afuera, Jockey parecía más armado, pero muy pocas pelotas salieron en esa dirección. Sin dudas que era la tarde de Gimnasia, que con dos tries en su haber, internamente se sabía ganador. A la media hora, un nuevo maul mens sana terminó en puntos. Kolonisky apoyó y Gimnasia definió el pleito. Pero tenía reservada una más y fue la de la estocada final, ya que el try de Lorenzo fue como la cereza del postre y llegó con bonus incluido. Con solvencia y sin titubeos, Gimnasia consiguió así su quinta victoria consecutiva, pateó el tablero de los habituales líderes y con un partido menos se ubicó en el privilegiado lote de los bien de arriba.
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