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Correspondencia, un drama

Ahora que Argentina tiene un nuevo presidente, tal vez la situación de los correos y entrega de cartas desde el extranjero mejore. Durante mis primeros cuarenta años viviendo en este país (y varios otros) no tuve dificultades pero desde hace aproximadamente un año la situación se ha tornado horrible, desconcertante, desilusionante y triste. Imagínese que las cartas que envío a mi hermana en Villa Constitución, provincia de Santa Fe, no llegan. En dos ocasiones llevaban documentos importantes y en varias otras, fotos de familia. Después de darme cuenta de que esto no funcionaba comencé a enviar las cartas a mi sobrina, quien reside en Rosario -segunda ciudad del país, las cosas tienen que ser mejor, no?-. Pero tuve el mismo resultado, es decir, las cartas no llegaron nunca. El último recurso es mandarlas registradas, pero esto es muy caro. Otra hermana reside en Italia, y le interesará saber que desde Boston a Palermo y viceversa, la correspondencia demora sólo cinco o seis días. Don't cry for me Argentina! No, I cry for Argentina!
Raquel C. Singh