Era preciso tener fortaleza en el paquete testicular para decirle -como les dijo un tribuno a los que mandaban en la Roma de hace 20 siglos- que "no es pan y circo, sino pan y justicia o mejor justicia solo porque sin pan no hay justicia". La reactualizada pelea contra la Corte Suprema, alentada y sosegada por Duhalde y reencendida por Kirchner con su ministro Beliz como sobresaltado vocero, daña la imagen del país y lo conturba interiormente. El gobierno debe gobernar, no torear ni desafiar. La Constitución nacional es determinante y excluyente según su artículo 53 con respecto a la destitución de miembros de la Corte Suprema, lo que vuelve absurdo este duelo verbal alentado groseramente por el doctor Julio Nazareno con un lenguaje de extramuros incompatible con el decoro de su investidura.
En el capítulo que la Constitución dedica a la Cámara de Diputados (art. 45 al 53) ordena que sólo ella ejerce el derecho de acusar al presidente, vice, jefe de Gabinete, ministros y miembros de la Corte Suprema ante el Senado y enumera las causas en 3 líneas imponiendo 2/3 de votos para que prospere. Este conventilleo del más alto tribunal de Justicia es penoso porque tiene cauces normados, explícitos, porque los diputados se disponen a ejercer su rol y en especial porque el estruendo y la vocinglería nos visten de bananerismo. Voltear un ministro o dos -hasta hace poco todos porque es más barato al por mayor- es grave materia. ¿Cómo verán a la Argentina aquéllos cuyas decisiones necesitamos para fecundar el desarrollo, si el titular de la Corte Suprema habla como un cuchillero borgeano? Mientras el vicepresidente Scioli garantizaba en Estados Unidos la seguridad jurídica irrestricta en nuestro país, Kirchner se mostraba irritado liderando el juicio que pertenece a la esfera parlamentaria. Cambiar la Corte Suprema no conmueve a nadie en la Argentina, es casi un deporte; Alfonsín la quería de 11 miembros e Illia de 15, lo más probable es que termine en 5 con 2 juristas nacidos en territorio santafesino, Bielsa y Rosatti. Sin embargo me permitiré caracterizar la cuestión más allá de este match inelegante y antiestético: es la Justicia la que sufre, es esa constelación de magistrados de distintos estamentos, competencias, jurisdicciones y especialidades la que impensadamente se manosea.
Mucho más que la Corte
La Justicia es un poder y no sólo una Corte Suprema, son cientos de jueces, fiscales, secretarios de juzgados y cuerpos colegiados, mujeres y hombres que dicen la ley y deben decirla no solamente con su personal fortaleza anímica porque no es un torneo de guapezas sino un magisterio de conocimiento y carácter en un clima de respeto y libertades.
No soy ciego para dejar de ver que hay medios de difusión que se tiran ceniza sobre la cabeza hablando de la independencia del Poder Judicial y del civilizado acatamiento a sus decisiones pero, cuando le fallan en contra o le tocan un interés piden la cabeza del magistrado actuante. ¿De qué nos quejamos si en las encuestas del desprestigio la Justicia apenas supera a la política, policía y sindicalismo? \No por viejo sino por padre me conmociona ver humildes personas cuyos hijos han sufrido la vesanía de desalmados que sólo claman "justicia, quiero justicia" con un desconocido destinatario, el juez de la causa. Eso, porque en los hondones del imaginario popular reside una esperanza: que ese tercero imparcial tenga sabiduría y sensibilidad para comprender la muerte sin sepelio que representa sufrir un desgarramiento del alma y su correlato dantesco, ver impune al delincuente. Dijo un ilustre pensador: "no basta tener sabiduría, hay que saber usarla".
Los jueces tienen carnadura humana, carecen de infalibilidad y caen sobre ellos múltiples presiones. Si en vez de insistir, persistir y repetir que es imprescindible un clima recoleto, auspicioso y respaldatorio para los jueces zarandeamos los conflictos institucionales como riñas callejeras, es el universo judicial el que se lastima. Un buen juez es una joya, un mal juez una lacra. No vengo a desalentar el juicio austero y constitucional contra Nazareno pero tampoco es cuestión de tirarle a los piqueteros de Alderete y D'Elia para sacarlo de la Corte.
Diputados lo enjuicia -leo que hay 100 motivos ya para echarlo, con uno basta- y el Senado lo expulsa, civilizadamente. Es mucha jerarquía la implicada, no un hombre ni un cargo, la Justicia como tal, el poder judicial. Señor mío: sin justicia no hay República. Es ese ámbito donde se dirimen los enfrentamientos de intereses y ambiciones el que debemos cuidar.
Kirchnerlleva pocos días en la Casa Rosada y su antecesor le dejó todo irresuelto, todo inconcluso. Hay que gobernar. Si cada episodio motivara un reyerta del presidente, a fin de año no tendremos 25 cuestiones por solucionar sino cientos.
Las máscaras de la verdad
Se nos escapa Chile ¿usted cree que el tratado que firmó en Miami con Estados Unidos nos es ajeno? Scioli, que tiene un discurso distinto a Kirchner, lo entendió enseguida. Paradoja -esa máscara de la verdad- nosotros nos peleamos con el presidente de la Corte y en Brasil, nuestro modelo, el presidente de la Corte lo reta en público a Lula porque, dijo, no aceptará recortes en los derechos jubilatorios. Al país hay que calmarlo no convulsionarlo, Lavagna reprocha a los bancos no dar crédito y los bancos contestan ¿conoce ministro alguien que quiera un crédito? \La gente inquieta vacila, duda, la mayoría apenas sobrevive, el que tiene algo lo guarda, nadie quiere arriesgar. Si hacemos ruido, espantamos, si gobernamos, crecemos. Hoy ganará De la Sota en Córdoba y ganará bien contribuyendo a la solidez del peronismo. Aquí en Rosario aprendimos a prescindir del gobierno municipal y en la provincia, estamos aprendiendo a deshojar almanaques. Todo espera, todo vacila, De la Rúa como el Sras, contagia un virus, la duda perpetua. Reutemann firmó el decreto, los legisladores lo mandaron a comisión, algunos diputados se oponen, pero saldrá. Georgetti se opone porque no cree más en el Lole. Va de buena fe, otros ni fu ni fa y algunos fi. Fi...chando.
Fichan si les mandan fichas ¿Es muy charada esto? El notable programa Volver a Casa parado, la Unidad Ejecutora parada. Menos mal que Kirchner nos mandó el extraordinario sanitarista Ginés Gonzáles García porque de lo contrario seguíamos filmando botes y gente en las azoteas. Se están formando las parejas: Obeid-Rosúa a la cabeza; Cavallero-Paulón armando trenzas y Peyrone con un rosarino. Peyrone es intendente de Rafaela, estimulado desde Balcarce 50 y apoyo de 25 intendentes. Luego Hammerly, Castellani y si la producción de papel aguanta, algunos más.
Como soy fana del idioma y sostengo que tiene todo previsto, recomiendo esta palabrita: hipotiposis, o sea, descripción viva y eficaz de una persona, cosa o situación. En su nombre describo el escenario del 7 de septiembre por la noche con la misma disputa y resultado que en 1995, pero esta vez sin necesidad de un tedioso recuento ni acordada de la Corte Suprema como ocurrió en Estados Unidos con Bush y Gore. Colofón gratuito: si mañana subiera Gore ¿echa a la Corte que lo declaró perdedor adjudicándole a Bush los electores de Florida?