Osvaldo Flores / La Capital
Villa Constitución. - En el marco de los festejos por el Día Mundial del Medio Ambiente, la reserva natural Isla del Sol inauguró un vivero educativo y de producción de árboles autóctonos. La iniciativa -solventada por la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental de la Nación, la Dirección Nacional de Recursos Forestales Nativos y la Municipalidad local- contribuirá a potenciar los objetivos del área ecológica más bella de la región. Desde ahora, en el flamante vivero El Guariní se producirán retoños de carnaval, guará, lapacho, ceibo y espinillos, entre otras especies autóctonas. Además, en el marco integral de la reserva, el vivero se convertirá en un lugar ideal para la educación ambiental que se lleva a cabo en el predio. "Cada día, no solamente con estos actos, sino con el desempeño de cada uno en la sociedad debemos tener muy presentes el cuidado de nuestra tierra. Esta reserva es importantísima para nuestra ciudad al brindar múltiples beneficios, y su futuro es promisorio", señaló el intendente Horacio Vaquié durante el acto de inauguración que convocó a autoridades, escolares y público en general. Por su parte, el guardaparque Edgardo Fontana, destacó la importancia de "haber trabajado durante años a brazo partido en esta reserva, hasta llegar hoy a este proyecto que contribuirá a la conservación, a la educación, la cultura y la explotación de áreas protegidas de estas características". Aseguró Fontana que "es fundamental que todos nos transformemos en defensores de estas áreas naturales que guardan genéticamente recursos de miles de años". La reserva natural Isla del Sol es un área protegida que comprende 330 hectáreas y, pese a ser una isla, se puede acceder a ella mediante un camino que la une a la ciudad. Sus bellezas paisajísticas atraen a visitantes de otras regiones, abriendo de esta manera una posibilidad para el desarrollo del turismo y el ecoturismo. Los objetivos trazados por los responsables de la reserva consisten en conservar y proteger su biodiversidad y el valor histórico-cultural; salvaguardar muestras de los ecosistemas de la región para fines educativos y científicos, y conservar los valores estéticos y paisajísticos, especialmente para recreación y fomento turístico. Así, el extraordinario relicto natural que representa la Isla del Sol, a sólo cinco minutos del centro de la ciudad, se ha convertido por la obra de una comisión que lo resguarda y protege celosamente en uno de los emprendimientos ecológicos más importantes del interior del país. Nutrias, lobitos de río, carpinchos, comadrejas y hasta lagartos overos reconocen a la reserva como su hábitat natural, y se mueven libremente entre los sauzales, montes de alisos, ceibos y curupíes, mientras las garzas, aguiluchos, cormoranes, gaviotas o chorlos se posan en sus copas.
|  En el vivero se producen retoños de árboles nativos. |  | Ampliar Foto |  |  |
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