Año CXXXVI
 Nº 49.866
Rosario,
domingo  08 de
junio de 2003
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El agua ya brota del asfalto en Diego de Alvear

Diego de Alvear. - Esta pequeña localidad del extremo sur santafesino teme que la próxima vez que llueva se inunde todo el pueblo. Si bien ya tiene el 60% de los campos del distrito bajo agua, un reciente estudio hidrogeológico demostró que ha sido alterado el sistema hídrico subterráneo y ahora lo que peligra es el casco urbano, donde las napas están cada vez más altas. Junto con Aarón Castellanos, Diego de Alvear es una de las poblaciones más afectadas por las inundaciones en la cuenca de la laguna La Picasa. Entre las consecuencias que debe afrontar, el crecimiento progresivo de las napas determinó que el 70% de las viviendas tiene problemas en la estructura edilicia y el 40% de los pozos absorbentes se han desmoronado.
Los sótanos están anegados, por ejemplo, en el edificio de la comuna, donde el subsuelo tiene hasta 1,50 metro de agua y sólo faltan 40 centímetros para que el anegamiento llegue hasta el nivel del piso.
En sectores como en la intersección de Urquiza y Bosch, el agua brota de las juntas del asfalto. Como no hay cloacas, esto dio lugar a una gran contaminación, por lo cual no se puede beber agua de pozo. En consecuencia, el agua potable debe ser traída desde San Gregorio.
El director del centro de salud del pueblo, Gustavo Campo, junto con las autoridades de las escuelas, decidieron la semana pasada suspender las clases los días jueves y viernes y trabajar en la desinfección de los establecimientos, en algunos de los cuales hubo que clausurar los baños. La medida obedeció también a que más del 60% de la población estudiantil estuvo afectada por una gripe viral y problemas gastrointestinales.
Campo señaló que además se realizó una campaña a través de los medios con las medidas a tomar en cada hogar; la prioritaria es no ingerir agua de pozo. Por otro lado se notificó de la situación al jefe de epidemiología de la zona de Salud VII, porque además hizo falta reforzar la cantidad de medicamentos para tratar estos problemas.
"El sur de Santa Fe se inunda, pero ya no por las lluvias, sino por el crecimiento de las napas", dijo Campo, al reclamar a autoridades nacionales y provinciales soluciones a los múltiples y crónicos problemas hídricos que deben afrontar estas poblaciones.
La ingeniera civil Andrea Belaustegui, quien viene siguiendo el tema desde 1997, manifestó su preocupación porque el suelo ya no tiene capacidad de absorción. "Hay tal desequilibrio en las aguas subterráneas que si sigue lloviendo pasaremos de tener un suelo saturado a una inundación", vaticinó.
Harían falta tres bombas para desagotar las napas hasta dejarlas a una profundidad de 1,80 metro. Hay aulas en las escuelas donde se ha caído el cielo raso, viviendas con grietas en paredes, humedad subiendo por los cimientos y manchas en el suelo, y además los tirantes de algunas viviendas han girado.
El presidente comunal Natalio Liguori sostuvo que el "único arreglo" posible tiene que ver con que comiencen a bajar las aguas de La Picasa. "La situación en Diego de Alvear es grave, necesitamos de todo: materiales para arreglar viviendas, medicamentos, mercaderías, de todo, y ya se lo comuniqué al subsecretario de Municipios y Comunas de la provincia, Claudio Tibaldo".
Informe: Gregorio Sogno


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