El jefe de los inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, afirmó que incluso después de la guerra aún quedan muchas preguntas abiertas sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Blix dijo en un informe, que tratará mañana el Consejo de Seguridad, que se debe aclarar especialmente qué cantidades de gas nervioso y ántrax se produjeron en su momento en Irak y qué cantidades fueron realmente eliminadas. Blix señala que no se le dio tiempo suficiente a él y a sus inspectores para corroborar las informaciones entregadas por el régimen de Saddam poco antes de la guerra. Los expertos tampoco encontraron cantidades significativas de materiales prohibidos. Según diplomáticos de la ONU, con el informe de Blix podría volver a surgir en el seno del Consejo de Seguridad la cuestión sobre la justificación de la guerra anglo-estadounidense contra Irak y el derrocamiento de Saddam. (DPA)
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