El flamante gobierno sufrió a poco de andar su primer cachetazo en materia económica, con el agravante de que provino del titular del Banco Central, Alfonso Prat Gay, quien golpeó con que es un "disparate" la preferencia del presidente Néstor Kirchner y su ministro de Economía, Roberto Lavagna, mantener el dólar a tres pesos. Después desde ambos bandos se buscó relativizar el exabrupto, pero lo que puso de manifiesto es la dura pelea que llevan adelante Economía y el Central por el control del sistema financiero y la política monetaria.
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