Santa Fe. - Un grupo de piqueteros del llamado Polo Obrero con algunos vecinos afectados por las inundaciones de los barrios Centenario, Chalet y San Lorenzo, que reclamaban asistencia alimentaria, frazadas, vacunas y pleno empleo, generaron ayer un caos descomunal en el tránsito. Los manifestantes cortaron el puente carretero que une la capital provincial con Santo Tomé cuando mayor era el número de vehículos que circulaba por esa vía de comunicación.
El corte se inició a las nueve y fueron totalmente ineficaces los intentos negociadores de la policía que no desalojó a los manifestantes a la espera de la orden judicial. Cerca del mediodía el grupo levantó la medida justamente cuando crecía la indignación de conductores de camiones y colectivos parados durante más de tres horas en medio de colas de cuadras de vehículos.
Pasajeros de los colectivos que viajaban hacia Santo Tomé en un determinado momento hicieron oír su voz de protesta por lo que estaba ocurriendo, mientras los automóviles particulares terminaron por subirse a los canteros y los camiones comenzaron a ocupar las calles laterales del barrio Centenario donde era imposible circular.
La interminable fila de camiones de gran porte se hizo por momentos tan extensa que se prolongó desde el puente carretero hasta superar el viaducto Oroño en la Setúbal y llegar hasta la fuente de la Cordialidad donde se inicia la ruta 168. Se notaba una fuerte presencia policial que de todas maneras no llegó a las instancia de la represión.
Diálogo
En este marco de alta tensión y de quejas de la gente pero frente a la irreductible postura de los piqueteros, cuatro representantes del Polo Obrero fueron trasladados hasta el Comité de Crisis que funciona en el Ministerio de Agricultura. Allí fueron recibidos por integrantes del mismo con quienes dialogaron para, posteriormente, retornar hasta el puente y proceder a levantar el corte.
En torno al puente carretero, que la semana pasada fue liberado totalmente al tránsito vehicular, se debe recordar el derrumbe de la costa en la zona cercana al estribo oeste, lo que provocó una generalizada inquietud. Por ello el intendente de Santo Tomé, Roberto Schmidhalter logró concretar el compromiso de los funcionarios de Vialidad Nacional y Provincial para atender este problema con gaviones de piedra en una primera instancia hasta que se efectúen las obras definitivas.
Días atrás el propio jefe de gobierno santotomesino realizó gestiones para que esa ciudad sea incluida en el Plan de Reconstrucción de la región con una participación activa en la Unidad Ejecutora que lleva adelante las obras, entre las que se destacan una nueva defensa desde el norte de la ciudad hasta la autopista Santa Fe-Rosario, arreglos y ampliaciones en los terraplenes de las vías del FFCC Mitre y Belgrano.