"Lo alarmante, en casos como éste, es la cantidad de armas de todo tipo, incluso de grueso calibre, que hay en la calle". La reflexión pertenece al juez Luis María Caterina, quien tiene a su cargo la investigación de la pelea a muerte en Salvá al 6400. El magistrado no disimuló su espanto por la manera en que grupos enfrentados dirimen sus disputas a tiros sin importar el riesgo en el que colocan a otras personas. "En este caso fue un milagro que no hubiese más muertos", dijo.
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