Un juez procesó como coautor de homicidio al integrante de una patota que asesinó a un joven en medio de un feroz intercambio de disparos, y que sólo por azar no terminó en una masacre. En cambio, otro presunto miembro de la banda que también había sido acusado quedó libre porque no hay pruebas que lo involucren directamente en el incidente. El procesamiento dictado por el juez de Instrucción Luis Caterina involucra a Ramón Albornoz, alias Michi, de 21 años, quien está acusado de ser uno de los sujetos que disparó contra Daniel Tur, provocándole la muerte en forma casi instantánea. El mismo magistrado dictó la falta de mérito para Orlando Darío Ferreyra, de 18 años, quien también había sido detenido e imputado por este crimen. Un hermano de Ferreyra, menor de edad, había sido detenido al día siguiente del hecho, aunque luego lo liberaron porque se comprobó que no participó de la balacera. Tur murió cerca de las 22 del 1º de marzo, luego de recibir un disparo en medio del pecho en su cas de Salvá al 6400, en la zona sur de la ciudad. Había sido atacado por varios sujetos con los que llegó a tirotearse. Tanto los efectivos de la Brigada de Homicidios que hicieron las pesquisas como los investigadores judiciales del caso creen que la pelea fue el resultado de viejas rencillas entre Albornoz y la víctima, y que en ese momento estaba en disputa la venta de una moto o quizás de un arma. Pero el incidente que disparó el enfrentamiento del 1º de marzo fue otro. Esa noche, un rato antes del crimen, Tur y Albornoz habrían discutido. Un rato más tarde, al pasar frente a la casa del primero de ellos, la mujer de Albornoz -con un embarazo casi a término- habría sido hostigada por aquel. Fue entonces cuando Michi se rodeó de varios sujetos, todos armados, y fue a buscar a su contrincante a la casa. Los testigos dijeron que se produjo un tiroteo e identificaron a Albornoz como uno de los participantes. El acusado diría después que actuó en legítima defensa, aunque esta hipótesis quedó descartada porque en principio no hay constancias de que Tur lo agrediera. El juez tampoco aceptó la hipótesis de la emoción violenta ya que entre el supuesto hostigamiento a la mujer de Albornoz y el disparo mortal a Tur hubo un intervalo y eso lo descarta. Albornoz no fue detenido inmediatamente. Pasaron 25 días hasta que la Brigada de Homicidios lo encontró en una villa miseria cercana a la Ciudad Universitaria, en Beruti al 1800. También su mujer fue detenida porque se opuso tenazmente a que los detectives se llevaran a su compañero. La acusaron de resistencia a la autoridad y luego la liberaron. La joven ya había tenido un bebé, que al llegar la policía estaba con la pareja.
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