La democracia y los derechos humanos son temas comunes que trascienden las diferencias de niveles, culturas y disciplinas. Así quedó de manifiesto en el amplio público que participó de la conferencia del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. "Coincido que es sólo con libertad de pensamiento que podemos pensar la democracia y trabajar el tema en las aulas", sostuvo Mauricio, un docente de la Escuela de Bellas Artes, rescatando una de las ideas en la que Pérez Esquivel insistió en la charla. "Nos llevamos de este espacio ideas muy interesantes para poder pensar nuestras prácticas escolares", agregó Norma, docente del EGB. "Rescato la dimensión de lo humano en lo que debe hacer hincapié lo educativo", indicó Ofelia, una docente de la escuela toba, que en el espacio de las preguntas hizo referencia a la discriminación en la que se ven sometidos las comunidades como la que ella pertenece. Para Cecilia, profesora de la modalidad de adultos, si bien coincidió con algunas de las ideas expuestas por el disertante, también sostuvo que la educación no debe olvidar entre sus prioridades la alfabetización en todos sus niveles. "Es difícil educar si, como contó Pérez Esquivel en una experiencia, no se conoce que es un metro cuadrado. No hay que dejar poner énfasis en lo conceptual", se explicitó. También hubo quien encontró "demasiado generales" los aspectos propios de la educación de la disertación del Nobel. Fue el caso de María Teresa, una supervisora jubilada, pero quien no dejó de destacar la claridad de Pérez Esquivel para explicitar los aspectos sociales y políticos de la sociedad actual.
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