Miriam Ruiz Díaz y su compañero, Alfredo Saldaña, iban a un complejo de viviendas que queda en la zona sur. Habían llevado a Jeanette, la hija de 13 meses de la pareja, al Hospital de Niños. Fue sólo para un control de rutina y, ya de regreso, pensaban visitar a los padres de la chica. Estaban bajando del colectivo de la línea 145 cuando se escucharon varios estampidos. "Mi señora todavía estaba arriba y yo ya había descendido. Escuché un par de tiros y me di vuelta. Ahí me di cuenta que le habían pegado a ella", contó entonces Saldaña. El hombre escuchó que su compañera lo llamaba y vio cuando se cayó a la vereda. En ese momento sólo atinó a agarrar a la nena e intentó hablarle a Ruiz Díaz, que ya no volvió a pronunciar palabra. Los proyectiles habían sido disparados desde el lado opuesto y atravesaron la carrocería de lado a lado. Después de ese instante quedó flotando entre los pasajeros el sonido de una moto que se alejaba del lugar a toda marcha.
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