Silvia Carafa / La Capital
Melincué. - El terraplén de defensa contra el avance de las aguas en esta localidad seguía ayer apuntalado por el tesón de los vecinos. La comunidad trabajó codo a codo con bomberos voluntarios del lugar y de localidades cercanas para llenar bolsas de arena que las cuadrillas comunales se encargaban de transportar. Ayer el acceso al cementerio permanecía anegado, sólo es posible ingresar con un tractor o un carro. La gente está nerviosa y angustiada, explicaron los portavoces del centro económico local. La preocupación tiene un antecedente que aún está vivo en la memoria colectiva del pasado cercano, cuando en 1978 el agua inundó la zona urbana. "Necesitamos con urgencia que se ejecute el canal de bombeo", definieron. La obra en cuestión permitirá regular en forma definitiva el nivel de agua de la histórica laguna que ayer seguía superando los niveles históricos y llenando de intranquilidad a los vecinos. Por el momento las defensas seguían resistiendo la fuerza del oleaje producido por el viento sur. Mientras tanto una comisión de Defensa Civil de la provincia está encargada de monitorear los puntos vulnerables del casco urbano y prepara estrategias para encarar un eventual drenaje de las aguas, además de realizar constantes relevamientos topográficos del lugar. La tensión es tan grande que algunos vecinos se animaron a decir que hasta se "bancarían" inundarse con tal de saber que se pondrá en marcha la construcción del canal regulador, una salida estructural para los padecimientos de los pobladores. A pesar de estar "temerosos", los vecinos concurrieron a la estación terminal de ómnibus que se convirtió en base de operaciones de los trabajos de defensa. Allí, a medida que iba llegando la arena que enviaba el comité de emergencia hídrico desde Santa Fe, se iban llenando las bolsas destinadas a consolidar el terraplén que preserva la zona urbana a través de unos cinco kilómetros. Otros puntos de la localidad, especialmente en la zona periférica, están encharcadas. Entre las acciones para amortiguar los efectos del agua sobre el cementerio, ayer se manejaban distintos recursos para proteger a las tumbas en tierra. Por su parte los productores rurales aportaron coches de gran porte a las tareas de defensa que se vienen haciendo. Esta vez la amenaza llega desde el sector sur del distrito, por la gran cantidad de agua que está recibiendo la laguna desde distintos puntos de la cuenca. En 1978 la inundación se produjo a través del canal San Urbano, desde el sector oeste, ahora las miradas se vuelven hacia el oleaje constante que golpea las defensa desde el espejo de agua de la laguna. Tres décadas atrás, Melincué tenía una población de seis mil habitantes, los sucesivos problemas hídricos redujeron la cifra a los 2.500. "Hay un éxodo constante, la gente piensa en abandonar este lugar, por eso necesitamos que comiencen las obras que están previstas desde fines del año 2001", afirmaron.
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