Las autoridades santafesinas estimaron que "en las próximas horas" concluirán las tareas de bombeo iniciadas hace diez días para desalojar completamente el agua del casco urbano santafesino. El anuncio fue realizado ayer, cuando habían amainado las lluvias que desde el pasado viernes venían complicando aún más el panorama en el todavía anegado sector oeste de la ciudad y en los barrios de carpas donde se relocalizaron a centenares de evacuados.
La jornada de ayer se presentó nublada y fría pero sin lluvia. Sin embargo, el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional anticipó que las condiciones permanecerán inestables hasta el jueves próximo, con mejoramientos temporarios y la posibilidad de nuevas tormentas y lluvias. Al respecto, el ministro de Obras Públicas provincial, Edgardo Berli, sostuvo que se está realizando un seguimiento permanente del comportamiento del río Salado en la cuenca santafesina y fue optimista al sostener: "La ciudad está preparada si debe soportar un nuevo pico de crecida".
Las autoridades estiman que entre hoy y mañana se escurriría totalmente el agua en las zonas anegadas de la ciudad. Según el intendente, Marcelo Alvarez, "entre el 95 y el 98 por ciento de las viviendas que estaban anegadas ya están secas y siguen las tareas de asistencia y sanitaria en todos los centros de evacuados".
Los únicos dos barrios que permanecían afectados, Santa Rosa de Lima y San Lorenzo -en la zona oeste-, tenían al mediodía de ayer unos 15 centímetros de agua. Las bombas extractoras continuaban trabajando en esos sectores y se cree que finalizarán su tarea en las próximas horas.
La lluvia cesó en la medianoche del sábado, alcanzando un registro total de 52 milímetros. Hasta el momento seguían reportándose 49.935 evacuados, 22 muertos, 37 casos de hepatitis y 23 de leptospirosis, 31 de diarrea y 12 de varicela.
Preparados
Ante la posibilidad de que se registre un nuevo pico de crecida del Salado, anticipada días atrás por especialistas en hidrología, Berli aseveró que la provincia encaró trabajos "a la espera de un probable o potencial pico en un futuro inmediato" cerrando las brechas que se habían abierto. "Eso nos permitirá soportar un nueva crecida que ojalá no ocurra", advirtió, y confirmó que hasta el momento "se utilizaron unos 18 millones de pesos del presupuesto para atender la emergencia hídrica".