El disco chorrea sangre pero no odio. Es un trabajo optimista, con buena leche. Sobrevuela la ruptura con Cecilia Roth, pero también un "pasemos a otro tema". "Nuevo": rock furibundo, de guitarras rabiosas. "Vuelvo a tocar rock and roll", dice Páez. Es un tema corto y y confesional. Te pega, te mata y se va. Pero quedás nuevo. "Insoportable": El aire de Prince volvió a Fito. El ritmo del tema recuerda a algunas cosas de "Ey!" "Volver a mí": "Yo necesito ver el sol de verdad", dice Páez y le reclama a Cecilia "¿Tenías que fallarme así?". Es un rock con destino de hit. Y una letra demoledora: "Es posible que me traigas un perfume del pasado, pero nunca el néctar de la flor". "Ojos rojos": Una bossa con perlitas como la voz de Rita Lee y el piano de Hugo Fatorusso. Una sutil mezcla de arreglos con máquinas perfectamente equilibrada. "Bello abril": Dedicado a Dolores Fonzi. Empieza con una introducción muy dulce y se convierte en una música que roza la plegaria religiosa. La voz del Flaco Spinetta le da un toque especial. "Urgente amar": Un rock rápido, que habla de perdonar y volver a empezar. La guitarra de Gabriel Carámbula le suma swing. "Oh nena": Una balada tranqui que cuenta intimidades domésticas con su ex. Y tras de eso, la resaca de una ruptura irreparable. "Salir al sol": El rock más político del disco. Es un llamado a volver a soñar y a pelearla desde el lugar de uno. Y sobreponerse al dolor. "139 Lexatins": Habla sobre un tipo que está en el fango pero igual puede ser feliz. Cualquier parecido con el artista no es casualidad. "Naturaleza sangre": Volver al amor como una salvación. Ese es el lema. Charly pone voces y guitarras. Rock potente, para mover el piecito, hacer pogo y cantarlo a cada rato. "El centro de tu corazón": El pop está presente en este tema. Da la idea que ella, ese amor, estará por siempre en su vida. Y Spinetta otra vez le ayuda a contarlo y a cantarlo. "Absolut vacío": Inspirada en la primera vez que Fito se tiró en parapente. Habla de sentirse nuevo y de levantar vuelo. Una metáfora de su presente, en tiempo de rock. "Los restos de nuestro amor": Un acústico conmovedor. Piano, guitarra, voz y toda la tristeza del fin: "Sé que al final puedo imaginarte". "Música para camaleones": El tema largo del disco. Una mezcla de tecno para una disco que muta a un ska interesante. Fito confiesa su cambio de piel y habla de una risa que lo llena de esperanza. Final feliz.La música todo lo puede.
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