Año CXXXVI
 Nº 49.845
Rosario,
domingo  18 de
mayo de 2003
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Otros 92 indocumentados en camión frigorífico
La policía de México halló ayer otro contingente de personas que trataban de pasar subrepticiamente la frontera

Una patrulla vial mexicana descubrió ayer a 92 inmigrantes centroamericanos indocumentados ocultos en un camión de carga refrigerado en una carretera del sureño estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, informó el gobierno. Varios de los inmigrantes presentaban signos de hipotermia porque viajaban escondidos detrás de unos listones de maderas en la caja refrigerada del camión, dijo la Secretaría de Seguridad Pública.
El vehículo fue detenido en la carretera que une Tepic, capital del estado occidental Nayarit, con la frontera guatemalteca, en el poblado de Escuintla, en Chiapas.
El conductor, Javier Soto Tamayo, al principio dijo que transportaba cajas con lozas, pero luego reconoció que llevaba inmigrantes. Tamayo fue detenido y los centroamericanos llevados en ambulancias y luego enviados a autoridades migratorias.
Miles de emigrantes de Centroamérica, una región donde más de la mitad de sus 35 millones de habitantes vive en la pobreza, intentan anualmente llegar a Estados Unidos pasando por México, en busca de mejores condiciones de vida.
Hay decenas de bandas dedicadas al tráfico ilegal de personas que operan en los más de 3.000 kilómetros de frontera que comparten México y Estados Unidos, de acuerdo con autoridades de ambos países, un negocio que en los últimos años ha costado la vida a cientos de personas.
La Cancillería mexicana estima en no menos de 80 la cantidad de estas bandas delictivas a lo largo de la extensa demarcación, donde existen unos 30 pasos fronterizos. Y tan sólo en el este de la frontera, donde conviven las ciudades mellizas de Laredo (Estados Unidos) y Nueva Laredo (México), actúan cerca de 30.
"Son unos malditos que no les importa la vida de las personas, niños y mujeres", dijo John Montoya, jefe de la Patrulla Fronteriza de Laredo, en el sector estadounidense de una zona muy buscada por los inmigrantes ilegales y sus inescrupulosos choferes, conocidos en México como "polleros".
El funcionario aseguró que todas las autoridades están unidas en torno a la persecución de traficantes de ilegales, quienes trabajan en colusión con narcotraficantes. "Tenemos nuestra infraestructura de vigilancia y nuestros agentes fueron debidamente entrenados", dijo Montoya, confiado. "No hay camino que no podamos inspeccionar".
Pese a ello, cada 45 horas muere un indocumentado mexicano en Estados Unidos, lo cual representa nada menos de 897 personas en los últimos seis años, según cifras de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
De acuerdo con este informe, en lo que va del año han fallecido 72 mexicanos en su aventura hacia el otro lado de la frontera, 10 de ellos asfixiados el martes pasado en la localidad texana de Victoria, cuando viajaban escondidos en el acoplado de un camión sin ventilación. Inicialmente se estimaba en 13 la cantidad de víctimas mexicanas del total de 18 fallecidos, pero la Cancillería ajustó las cuentas en los últimos días para precisar el número en diez.
Y tras la masiva muerte de inmigrantes clandestinos en Victoria, autoridades migratorias de Texas rescataron a otros 46 indocumentados en distintas maniobras policiales.
En la zona de Nueva Laredo se han sacado de las aguas del río Bravo once cadáveres en lo que va del año, frustrados inmigrantes sin fuerzas para completar su empresa, agotados por el largo rodeo que deben hacer a pie a través del monte para escapar de las autoridades fronterizas, una faena de diez escabrosos kilómetros realizada bajo un sol avasallante. (Reuters y AFP)


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