Néstor Kirchner ratificó ayer que él maneja la conformación del futuro gabinete de ministros y rechazó especulaciones en contrario, al tiempo que comenzó a definir quiénes serán los hombres que lo acompañarán a partir del 25 de mayo próximo. Eso sí, prometió que los ciudadanos "se van a sorprender" cuando revele la composición de su equipo de colaboradores.
Kirchner trató de mostrar que controla todas las decisiones de cara a su inminente gobierno. Paralelamente, trabaja en las primeras medidas a aplicar, que -al igual que en los comienzos de su administración provincial- apuntan a la puesta en marcha de un plan de obra pública.
"Ya dije que el 19 ó 20 (de mayo) iba a anunciar el gabinete. Nada me hizo cambiar de posición", enfatizó Kirchner por la mañana, al ingresar a la Casa de Gobierno santacruceña.
Por la tarde, rechazó las versiones periodísticas en torno a su elenco ministerial al asegurar que "no me muevo con operadores y no puede haber ningún hombre que diga que le ofrecí un lugar" en la Casa Rosada, salvo el caso del ministro de Economía, Roberto Lavagna. Paralelamente, su par de Salud, Ginés González García, parece ser número puesto.
Tras insistir en que se mostró sorprendido por los rumores sobre algunos nombres, Kirchner destacó que los argentinos "se van a sorprender" cuando llegue la hora de la revelación.
Pero el mandatario electo también deberá definir qué integrantes de su fiel elenco patagónicos lo acompañarán en el gabinete: el diputado Sergio Acevedo; Héctor Icazuriaga, quien lo sucederá en la Gobernación; su hermana, Alicia Kirchner; el ministro de Gobierno, Julio de Vido; el director de la Casa de Santa Cruz, Daniel Varizat, y su colaborador Dante Dolena.
En tanto, algunos de los citados por los medios se encargaron de desmentir ofrecimientos, como el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, quien suena para ocupar la cartera política, o el diputado del ARI Eduardo Macaluse. El sociólogo Torcuato Di Tella admitió que le ofertaron un cargo en el área de Cultura, pero dijo que lo rechazará porque "no entiendo de administración".
Sobre sus primeras medidas de gobierno, Kirchner hizo hincapié en que "no habrá salidas mesiánicas" a la crisis. También indicó que el plan de infraestructura "tendrá mucho que ver con las terminación de las obras pendientes" que se encuentran paralizadas.
El segundo paso será "un plan de obra pública paulatino". Según funcionarios santacruceños, cuando en 1991 Kirchner inició su gestión como gobernador una de sus principales medidas apuntó a un programa de viviendas, escuelas y hospitales públicos. "Esa es su idea para la Nación", subrayaron.
Posteriormente, el futuro presidente marcó distancia de la líder del ARI, la diputada Elisa Carrió, y también fijó posición respecto a los sectores piqueteros.
Acerca de una posible alianza con el ARI reflejada en el gabinete, Kirchner explicó que su idea "es crear políticas de consenso que no necesariamente estén atadas" a acuerdos partidarios.
Luego respondió a las críticas de Carrió (ver página 6), quien lo acusó de gobernar Santa Cruz como un feudo. Le pidió a la ex candidata presidencial "serenarse, tranquilizarse y venir a ver" lo que sus comprovincianos opinan de su gestión. "Me parece que hay que ser más humildes y tener mucha grandeza", retrucó.
Sobre qué actitud adoptará ante algunas protestas piqueteras, el patagónico afirmó que trabajará para "garantizar la convivencia de todos los argentinos", pero alertó: "Hay que cumplir con todos los artículos de la Constitución" en materia de derechos de los ciudadanos.
Frente al vínculo que mantendrá con el Congreso para la aprobación de sus primeras medidas, Kirchner vaticinó: "Nos vamos a juntar y será una relación distinta", porque "la responsabilidad de los señores legisladores será muy grande".
El futuro jefe del Estado también encabezó distintos encuentros con sus más estrechos colaboradores santacruceños con el objetivo de definir su sucesión en Santa Cruz, que recaerá en Icazuriaga.
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La Ciudad
