Los líderes del Partido Socialista, Alfredo Bravo y Rubén Giustiniani, repudiaron la decisión de Carlos Menem de no presentarse al ballottage, calificaron de "perversa" su estrategia y consideraron su actitud de "una clara maniobra política que debilita las instituciones de la democracia". Los socialistas señalaron que lo hecho por el el riojano "es propio de quien privilegió siempre sus intereses personales por encima de los de la sociedad y de la Nación. El no respeto a las reglas de juego del sistema republicano fue una constante en la década menemista, caracterizada por la exclusión social y la corrupción, y esta determinación se inscribe en el desprecio manifiesto por las instituciones". Agregaron que el PS hará una "oposición responsable" al próximo gobierno.
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