El entrenador de River, Manuel Pellegrini, dijo ayer que su equipo saldrá a jugarle de igual a igual hoy a Corinthians en San Pablo y, preocupado, pidió que el árbitro colombiano Oscar Ruiz "no se vea apretado por los gritos de la hinchada" del conjunto brasileño y que "tenga la personalidad suficiente para frenar" el habitual juego fuerte de su rival. Consciente de que su equipo se deberá defender en un estadio Morumbí repleto, el técnico chileno dejó en claro que el tema del arbitraje le preocupa al expresar: "Ojalá que Ruiz no se vea apretado por los gritos de la hinchada del Corinthians y que tenga la suficiente personalidad para frenar el juego brasileño, que recurre seguido a las faltas para parar los ataques rivales".
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La Ciudad
