Muy poco autocrítico, el técnico de River, Manuel Pellegrini, atribuyó otros dos puntos perdidos consecutivamente en el empate con Unión al "pésimo estado de una cancha en la que era imposible jugar". Pellegrini sorprendió al periodismo al manifestar que "el punto sirve, siempre sirve", a pesar de que esa unidad le costó el liderazgo del torneo Clausura y frente a un rival empeñoso, pero muy modesto en cuanto a figuras. Al respecto, el técnico chileno señaló que "duele menos este empate que el anterior contra Nueva Chicago, porque ese fue en nuestra casa", aunque aceptó que "cada punto que se deja en el campeonato complica para el futuro". Pellegrini dijo que "Unión jugó con el incentivo" derivado de "tantos días de dramatismo" por las inundaciones y destacó la actuación de su arquero Nereo Fernández. Añadió que "River empató porque Capria hizo un golazo y porque la cancha no estaba en condiciones, era imposible jugar aquí". "A River lo único que le faltó es hacer el segundo gol, tuvo dominio claro en la primera media hora y en los últimos quince minutos, cuando encerró a Unión contra su área", analizó. "Pero me voy conforme, porque aquí era imposible jugar", se consoló. Por último, lanzó una queja contra el árbitro Gustavo Bassi, "porque no cobró un claro penal contra Ludueña". Como resumen, y consuelo a la vez, el ingeniero resaltó que su equipo "hizo un buen partido ante un rival al que no es fácil ganarle porque había vencido a Boca, San Lorenzo y Racing". (DyN)
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