Nairobi. - Fue un accidente de avión completamente inusual pero a la vez sintomático de los peligros de volar en Africa: la rampa trasera del Ilyushin 76 se abrió tres cuartos de hora después del despegue, con lo que los pasajeros salieron despedidos a 2.200 metros de altura sobre la selva del Congo. Los pasajeros no tenían ninguna posibilidad de sobrevivir: el fuselaje sólo contaba con algunos asientos plegables con cinturones de seguridad a los lados del avión, que a lo sumo bastaban para 30 o como máximo 60 personas. El resto probablemente haya viajado sentado en el suelo.
El cielo sobre Africa es una de las mayores zonas en crisis del continente, opinan expertos en aviación. Un mal control aéreo, máquinas con revisiones deficientes, pistas de aterrizaje con baches y una usual sobrecarga son algunos de los mayores riesgos. No pocas veces, los pilotos, mal pagados, se encuentran bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Sin embargo, en Congo, a muchas personas no les queda otra opción que usar estos precarios transportes. En el país la infraestructura se encuentra completamente dañada. Tras décadas de saqueos por parte de los dictadores y cinco años de guerra civil, casi todas las calles y puentes del país están destruidas. Milicias dispersas en las tupidas selvas de Congo siguen haciendo muy peligroso el transporte por tierra.
Aeronaves desvencijadas
De ello se benefician especialmente las pequeñas compañías aéreas, que suelen reclutar sus máquinas de entre los restos de la Guerra Fría. Sobre Congo vuelan, al igual que en muchos otros países africanos, numerosos aviones rusos desvencijados. Con ellos se suele contratar a pilotos de Ucrania u otros países del antiguo bloque oriental. Incluso en los vuelos de carga siempre hay algunos pasajeros que se acomodan entre las toneladas de cajas de las bodegas pagando pasajes más baratos. Sin cinturón de seguridad, suelen viajar sentados en el suelo o en bancos dispuestos a lo largo del avión.
El ejército congoleño había alquilado la máquina el jueves a una pequeña compañía de un empresario ruso para viajar a la segunda mayor ciudad del país, Lubumbashi, donde el ejército cuenta con una gran base. "Es muy común para transportar a soldados o funcionarios, y a veces también a sus familias", dijo un portavoz militar en Kinshasa.
Al parecer también había numerosos civiles en el avión. "Cuando se abrió la puerta con la rampa, las personas cayeron al vacío", dijo el portavoz. "No había nada a lo que pudieran agarrarse", dijo. (DPA)