Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron ayer el hallazgo de otro hijo de desaparecidos que había sido apropiado ilegalmente por un represor de la última dictadura militar. En el día en que su madre desaparecida cumpliría 53 años, Horacio Pietragalla Corti, junto a miembros de la organización de derechos humanos, dijo que había recuperado su identidad tras vivir 27 años con nombre y apellido falsos.
El muchacho señaló que en 1976 cuando era un bebé de apenas cinco meses y luego del asesinato de su madre, fue apropiado por un ex represor, quien lo entregó a su empleada doméstica, una vecina del barrio Villa Lugano.
La mujer, casada con una carpintero, lo crió junto a una hija del matrimonio y nunca le ocultaron que no era su hijo.
"De los padres de crianza sólo puedo decir que estoy agradecidísimo. Me trataron al igual que a su hija. Me dieron todo lo que se le puede dar a un hijo", dijo el muchacho en conferencia de prensa en la sede porteña de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Nacido el 11 de marzo de 1976, según estableció la Justicia, es hijo del matrimonio formado por Horacio Pietragalla, asesinado en 1975 por la Triple A en la provincia de Córdoba, y Liliana Corti, asesinada el 5 de agosto de 1976 en el barrio Villa Adelina por las llamadas fuerzas conjuntas de la dictadura.
El era sociólogo y ella estudiaba psicología. Ambos militaban en la organización Montoneros y están desaparecidos ya que sus restos nunca fueron entregados a los abuelos de Horacio, quienes han fallecido.
Horacio aseguró que "fui apropiado por el ex represor teniente general Hernán Tefzlaff", llamado a indagatoria por el juez de la causa. "Desde los ocho años tuve la sospecha de que era hijo de desaparecidos" confió el joven, quien vivió en el mismo edificio que habitaba su presunto apropiador y del cual a veces recibía algunos comentarios al cruzárselo en el ascensor o los pasillos.
"Yo jugaba al básquet y cuando él me veía con el bolso deportivo me decía «Vos debés de ser malísimo». Supongo que era para bajonearme. Claro, tenía que tirar mi moral abajo porque según su mente enferma yo soy hijo de subversivos", ironizó Horacio.
Tefzlaff fue denunciado en la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep) como represor en los campos clandestinos de detención en Campo de Mayo y Coti Martínez. Además, según lo condenó la Justicia, se apropió de otra hija de desaparecidos, Hilda Victoria Montenegro, que en la niñez jugaba con su amiguito Horacio.
Actualmente Hilda Victoria ha sido restituida a su familia legítima y Tefzlaff cumplía condena por ese delito en la prisión militar de Campo de Mayo, aunque últimamente fue ingresado en un hospital a raíz de un empeoramiento de su estado de salud.
Las dos causas judiciales tramitan en el juzgado federal de San Isidro a cargo de Roberto Marquevich, y, por esta causa Telfzlaff ha sido citado a prestar declaración indagatoria, indicó la abogada de Abuelas, Alcira Ríos.
Ya veinteañero Horacio conoció a una chica con la que empezó un noviazgo y ella lo impulsó para que fuera a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que depende del Ministerio del Interior, y volcara sus dudas, hasta que se decidió a hacer el examen genético de ADN para saber quién era.
"A los cuatro meses encontré que mi presentimiento se transformaba en realidad. Paradójicamente, el día que me confirmé como hijos de desaparecidos, fue el 11 de marzo, día también de mi nacimiento, aunque yo en ese momento no lo sabía", comentó.
"Soy el nieto recuperado número 75"
Emocionado hasta las lágrimas con las fotos de sus padres, Horacio se atrevió a aconsejar a otros. "Soy el nieto recuperado número 75. Hay centenares de chicos que están como estaba yo. A los que tienen dudas sobre su identidad les digo que ni duden en hacerse el examen de sangre para saber su origen".
"Se cierran muchas cosas adentro de uno cuando sabés quien sos y de dónde venís. Y te crece un amor increíble a tus viejos".
Dedicado a su trabajo como empleado de comercio, y confesando "rechazo político fuerte para la clase política", Horacio dio por descontado que colaborará con Abuelas de Plaza de Mayo, pero indicó que su primer proyecto "ahora que cerré el tema de mi identidad, podré armar una familia".
Por su parte, Estela de Carlotto, titular de Abuelas, deseó que el ejemplo de Pietragalla Corti "de devolución de su identidad sirva para otros muchos argentinos que están en busca de su historia y todavía no la han encontrado".
"Y a los represores que pretenden la impunidad y el olvido les decimos que las abuelas somos viejas y se nos van los años, pero tenemos a nuestros chicos al lado que van a seguir peleando por la Verdad y la Justicia", agregó. (DyN)