El gobernador Carlos Reutemann hizo rodar ayer la primera cabeza de uno de los funcionarios políticos de su gobierno al resolver la intervención de la Dirección de Hidráulica de la provincia y separar a su titular, Ricardo Fratti, aunque en ámbitos de la Casa Gris se afirma que a éste le seguirán otros alejamientos en áreas técnicas y operativas del Ejecutivo.
Al mismo tiempo, el mandatario cerró la brecha abierta por la polémica con la Universidad Nacional del Litoral al reunirse en su despacho con el rector Mario Barletta, quien le aceptó integrar el Ente de Reconstrucción que se le ofreciera.
Las declaraciones de Reutemann en torno a la catástrofe y la inmediata respuesta del rector generaron un tenso clima entre ambos, que ahora habría quedado zanjado teniendo en cuenta la necesidad de que todos los sectores sociales se unan en el gran esfuerzo.
Según fuentes oficiales durante la reunión se analizó la situación de la emergencia que vive Santa Fe, para lo que Barletta ofreció toda la colaboración académica necesaria para la tarea de reconstrucción.
Barletta trató de bajar los decibeles de la polémica ante la prensa señalando que "ya vendrán los tiempos necesarios para determinar qué obras están, cuáles son las que faltan y el tema de las responsabilidades. Hoy tenemos que redoblar los esfuerzos porque hay mucha gente sufriendo".
El alejamiento de Fratti sobrevino a pocas horas de que se conocieran distintas presentaciones ante la Justicia federal y provincial solicitando que se investigue si existieron delitos -como el abandono de persona y el incumplimiento de los deberes de funcionario público- al no haberse tomado a tiempo las medidas para preservar a la población.
Reutemann fundamentó su decisión en la necesidad de deslindar responsabilidades de los funcionarios que no "han podido o no supieron arbitrar medidas conducentes para anticipar la llegada de semejante masa hídrica y encarar medidas correctivas en el menor tiempo posible", en el marco de la catástrofe que afecta la vida como la propiedad de miles de santafesinos.
La repartición responsable de la cuestión hídrica en la provincia recibió duros cuestionamientos, particularmente en lo que hace a la falta de prevención de la masa líquida de la cuenca del Salado. Además, recogió gran cantidad de críticas de los afectados por la crísis hídrica generada desde hace años por la laguna La Picasa y el desborde del canal de Cañada de Gómez en noviembre de 2000 en el sur santafesino.
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La Ciudad
