El ministro de Educación de la provincia, Daniel Germano, decidió anoche postergar por 20 días su decisión de reanudar las clases en las escuelas que no fueron afectadas por la inundación, que inicialmente había previsto para el lunes próximo. El funcionario dijo a La Capital que no quería "sumar un conflicto en momentos tan trágicos" y tuvo palabras de elogio para la labor que realizaron los docentes en la atención a los evacuados.
De todos modos, la medida impulsada por Germano sigue vigente e involucra al 60% de los alumnos de Santa Fe y Santo Tomé, pero trajo polémica en las escuelas que están funcionando como centros de evacuados porque el gobierno pretende desalojarlas para reanudar el ciclo lectivo después de repararlas. Los directores de esos establecimientos habían expresado su oposición a la iniciativa con el apoyo de Amsafé. En tanto, ayer llegó a Santa Fe una delegación de Unicef para evaluar el impacto de la inundación en el sistema educativo.
Germano tenía la convicción de que el lunes venidero se reiniciarían las clases para 91 mil alumnos en 175 edificios escolares utilizables implementando un sistema de transporte especial para los estudiantes damnificados, mientras en el resto sólo comenzarían cuando la infraestructura quedara normalizada y no existiera ningún riesgo.
Hasta el momento 24 de las 33 escuelas afectadas siguen anegadas. Para diez de ellas el pronóstico de recuperación es dudoso. Entre Santa Fe y Santo Tomé hay 310 edificios en los que funcionan 446 instituciones públicas y privadas, de los cuales 111 albergan hoy a 19.984 evacuados.
Germano distinguió entre edificios afectados como centros de evacuados y los que aún permanecen anegados. Para los primeros se prevé limpieza, desinfección, pintura y reparación de los sanitarios antes de reiniciar las actividades. En los otros aún no están dadas las condiciones para hacer evaluaciones técnicas, según dijo a La Capital.
Por su parte, la delegación de Unicef, presidida por Jorge Rivera Pizarro, que ayer llegó a Santa Fe comprometió ayuda material y asesoramiento. Para la entidad internacional, es importante normalizar las actividades cuanto antes.
Oposición docente
El titular de Amsafé, José María Tessa, había sostenido que no se puede adoptar una norma de tipo general sin considerar las situaciones específicas que se viven en Santa Fe. Los directores se reunieron ayer al mediodía en la escuela Almirante Brown y reclamaron ser escuchados por Germano. Manifestaron "no estar dispuestos" a aceptar la decisión ministerial de desalojar a los evacuados y anunciaron que tomarían medidas para evitarlo.
Los directores dijeron que existe "incomunicación" entre ellos y Educación y que en los últimos días directores, docentes, alumnos, padres y voluntarios tuvieron que arreglárselas solos en la atención y contención de los evacuados. "Esto fue de abajo hacia arriba y no a la inversa", sostuvieron.
"Tenemos una gran preocupación", señaló Tessa, quien recordó que el gremio censó a 450 docentes afectados por la inundación. El sindicalista apuntó que hay no menos de 15 establecimientos educativos bajo agua, la mayoría de los cuales serían irrecuperables, lo cual implica que unos 15 mil alumnos no pueden concurrir a dichas escuelas.
"Nosotros -agregó- somos los primeros en querer la normalización de la actividad, pero no puede reanudarse sin la participación de los docentes que soportaron lo peor de la catástrofe". Los directores volverán a reunirse nuevamente hoy a las 11 en la escuela Almirante Brown y no se descarta que participe la dirigente nacional de Ctera, Marta Maffei.