Tres asociaciones de defensa de consumidores proponen un virtual boicot en contra del hipermercado Carrefour. "Multa pública", es la figura que utilizaron para pedir a la población que recuerde que la firma se negó a vender, el jueves pasado, 200 frazadas a los jugadores de Central para enviar a los inundados de Santa Fe. Luego de que la situación tomó estado público, la Unión de Usuarios Consumidores, la Oficina Municipal del Consumidor y la organización no gubernamental La Comuna decidieron hacer una campaña para impulsar una sanción de la comunidad contra Carrefour, a partir de que calificaron la conducta tomada por la empresa como "insolidaria y desconectada con las necesidades de la comunidad".
"Se comportaron como autistas", afirmó Carlos Comi, presidente de La Comuna, y recordó que no es la primera vez que ese híper le da la espalda a la realidad local. "Siempre prioriza su estrategia comercial y hace caso omiso a campañas sociales como la de distribuir bolsas verdes para la separación de residuos", recordó.
En la misma sintonía, Alberto Muñoz, de la Unión de Usuarios, cargó contra Carrefour: "Actuar así en una emergencia como la que estamos viviendo, es de una insensibilidad que raya la crueldad".
"Es increíble que no se contemplen estas situaciones, no creo que ningún cliente se hubiera ofendido si no encontraban frazadas porque se destinaron a los que más las necesitan", aseguró Marcelo Britos, desde la Oficina Municipal del Consumidor.
De este modo, las entidades proponen a la gente que tome en cuenta "a la hora de elegir" dónde hacen sus compras. "No llamamos abiertamente a un boicot, pero sí pedimos a los consumidores que piensen dónde gastan su dinero, es un arma muy poderosa para castigar a quienes actúan con tanta insensibilidad", observó Comi.
El jueves pasado, cuando la tragedia de Santa Fe conmovía a todo el país, un grupo de jugadores del Club Atlético Rosario Central integrado por Daniel Quinteros, Pablo Sánchez, Gustavo Barros Schelotto y Hernán Castellanos se hizo presente en Carrefour para comprar 200 frazadas que estaban en oferta.
La sorpresa les ganó cuando los encargados se negaron a realizar la venta aduciendo que no podían dejar a sus clientes sin la mercadería ofrecida. Los jugadores insistieron argumentando que era una emergencia pero no convencieron a los encargados del hipermercado. Rápidamente se dirigieron a otro híper donde no sólo compraron las 200 frazadas, sino que redoblaron la apuesta y adquirieron más mercaderías que luego enviaron a los damnificados de Santa Fe.
Las organizaciones de defensa del consumidor admiten que la práctica de castigar a los comercios, dejando de comprar sus productos, todavía no es común en Argentina. "Todavía aquí no es una práctica usual, pero de a poco la gente entiende que tiene un arma poderosa para demostrar su disconformidad o sancionar", dijo Comi.
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La Ciudad
