El buen tiempo, aunque con baja temperatura (menos de cinco grados) a primera hora de la mañana, acompañó ayer el segundo día de reconocimiento de los caminos que recorrerán los participantes del XXIII Rally de la República Argentina, que se iniciará mañana a partir de las 18.30 desde una rampa ubicada en la avenida Costanera al costado del lago San Roque y a metros de la municipalidad de la ciudad de Villa Carlos Paz, y que corresponde a la quinta fecha del campeonato mundial de la especialidad. El lunes, los pilotos destacados de la categoría recorrieron tramos de la primera etapa y ayer lo hicieron sobre caminos de la segunda etapa, que comprendieron los primes Capilla del Monte-San Marcos Sierras; San Marcos Sierras-Charbonier y San Marcos Sierras-Cuchi Corral. En tanto, los considerados no prioritarios cumplen actividad inversa a aquellos, en todos los casos permitiéndoseles dos pasadas por sector para que junto a sus navegantes vayan ajustando las hojas de ruta. Estas pruebas se realizan con autos de calle y a un límite de 90 kilómetros por hora. Hoy se podrán recorrer los tramos números 17 (Cosquín-Villa Allende) de la segunda etapa y los dos superespeciales (números 1 y 2) con los que se inicia mañana la competencia en el Complejo Pro Racing. En tanto, también hoy, las máquinas deberán someterse a la verificación administrativa y técnica, donde se procederá al sellado del turbo, tras lo cual se suministrará el listado definitivo de los habilitados para largar mañana a la tarde, seguramente serán algunos menos de los 90 inscriptos. El cuartel general de la prueba, con las autoridades deportivas tanto del Automóvil Club Argentino (ACA), como de la Federación Internacional del Automovil (FIA) y la sala de prensa, están ubicados en el salón auditorium del hotel Portal del Lago. La vigésima tercera edición de esta tradicional competencia que se inicia mañana tendrá el recorrido más compacto de su historia, al fijar su base en Villa Carlos Paz y un único parque de asistencia en La Cumbre, con tramos de velocidad a correrse en el Valle de Punilla y las zonas de las Sierras Chicas e Ischilín. El recorrido fue elaborado con la mente puesta en dos premisas -explicó el comité organizador-: la seguridad de la enorme cantidad de espectadores y la exigencia de los equipos oficiales de reducir los desplazamientos de sus unidades de servicio al mínimo. El año pasado quedó al margen del recorrido el Valle de Calamuchita y ahora le sucede lo mismo a la zona más difícil y más pintoresca que tenía la prueba argentina, los tramos de Traslasierra (Mina Clavero-Cura Brochero-Copina-El Cóndor) donde el ascenso llegaba a más de 2.300 metros sobre nivel del mar.
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