Cuando se conoció que uno de los principales requerimientos por la inundación en Santa Fe era el de lanchas o cualquier tipo de vehículos acuáticos, un grupo de sanlorencinos se organizó y partió el miércoles pasado por la tarde hacia la capital provincial para colaborar en las distintas tareas de socorro. En total, diez lanchas y 40 voluntarios llegaron al aeropuerto de Sauce Viejo y se pusieron a disposición de las autoridades para hacer su aporte en las distintas necesidades, que a esa altura eran innumerables. Pero dada la falta de seguridad personal y la recomendación de no usar embarcaciones particulares durante la noche hizo que el grupo de voluntarios optara por abandonar del lugar. "Pudimos descargar 1.500 bolsas de arena con nuestras embarcaciones en la zona del barrio El Chaparral, de Santo Tomé, con lo que se evitó que siguiera pasando agua en un lugar que estaba muy crítico. Pero cuando llegamos a Santa Fe la cosa se puso muy fea", sostuvo uno de los integrantes del grupo. Otro de ellos afirmó que en ciertos lugares la gente anda por los techos y se disparaba entre sí. "En Santa Fe la situación estaba desbordada, la desesperación de algunos y la delincuencia de otros hizo que nos decidiéramos a volver. Había gente a los tiros en los techos tratando de robar. Además nos avisaron que de noche no nos podían brindar seguridad para las embarcaciones particulares por eso decidimos terminar y volver". Los sanlorencinos ya habían sido advertidos por una dotación de bomberos voluntarios de una ciudad que ellos también habían sido agredidos en la zona santafesina al caer la noche cuando ingresaron a un barrio capitalino.
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