Fernando Borghini, el empleado municipal que se encuentra viviendo aislado de su familia e invadido por el miedo en el complejo de torres La Florida de Santa Fe, reconoce que ya el jueves por la noche las cosas comenzaron a cambiar a partir de la militarización de la zona. La prohibición dispuesta para transitar con canoas en horarios nocturnos y la presencia de la Prefectura sumada a los reflectores de los helicópteros dio cierta tranquilidad a la población.
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