Existe un cultivo que sigue siendo la fuente más económica para obtener el ácido graso (Omega 3) o más conocido como ácido linolénico. El lino, que llegó a ser uno de los principales granos para la República Argentina alcanzando más de 3 millones de hectáreas en la década del 30 intenta revertir la decadencia que lo llevó a registrar la superficie más baja en 2001, cuando se sembraron 8.000 hectáreas en la provincia de Entre Ríos.
La idea, que está siendo impulsada por un grupo de técnicos del Inta Paraná se basa en dos argumentos. El primero tiene que ver con el punto de vista agronómico, ya que está claro que su inclusión dentro de la rotación es beneficiosa e introduce una alternativa de producción más barata que el trigo. Especialmente si a la hora de reemplazarlo se evalúan los resultados en las zonas más húmedas del país donde las enfermedades superaron notablemente los factores productivos.
El otro habla de usar al lino como nutracéutico o considerarlo entre los alimentos funcionales aprobados por la FDA desde mediados de los años 90 (en poco tiempo más podría ser incorporado además en el Código Alimentario Argentino).
Héctor Milisich es uno de los fito-mejoradores de trigo y lino que más ha investigado sobre las propiedades del cultivo y es quien logró enumerar las evidencias científicas disponibles sobre los beneficios en la prevención de enfermedades cardiovasculares de origen isquémico.
Apoyado por un grupo de médicos, bioquímicos y productores de Entre Ríos, asegura que se pueden prevenir infartos si se utilizan los ácidos del lino en alimentos de origen vegetal o animal y se los traslada al consumo humano.
"No todas las grasas son malas y eso es necesario tenerlo muy en cuenta, sobre todo en Argentina donde la dieta humana está muy enriquecida con lo que se categoriza como el Omega 6, que está muy relacionado con el consumo de aceite de girasol", señaló.
Milisich explicó que "hay muy poca ingesta del Omega 3 que se manifiesta en los peces de agua fría, mariscos y la semilla de la nuez" pero aclaró que "la mayor presencia se registra en el lino ya que el 50% de su aceite corresponde al ácido linolénico (0mega 3); a diferencia de la colza que contiene un 10 y la soja, con un 8%".
El técnico asegura que la relación entre los ácidos grasos Omega 6 y 3 no debe ser mayor de 10 a 1 y explicó que "lo ideal sería no excederlo porque por diversos procesos metabólicos, riesgo de infartos en los seres humanos es mucho mayor".
Entonces, si los argentinos consumen más Omega 3 "es posible que nos encontremos al resguardo de estas complejidades por tener una dieta más equilibrada".
Por eso, el consumo directo o indirecto de lino es el modo más económico y práctico para incorporar Omega 3 en la dieta. Un modo directo de consumir el grano de lino o su aceite es a través de su incorporación a alimentos como pan, galletitas, dulce de leche o pastas. Indirectamente puede ser incorporado mediante su uso en la ración de animales para posibilitar el enriquecimiento con ácidos linolénicos en la carne de pollos, huevos, fiambres, asó como también en la leche.
Las regiones
Si bien toda la zona de la pampa húmeda es apta para su cultivo, en algunas regiones del país sigue siendo una alternativa interesante por sus bajos costos de producción. Es el caso de la provincia de Entre Ríos, donde se concentra la producción linera que se adapta muy bien a los suelos arcillosos típicos de la región.
Los suelos son conocidos como vertisoles de características arcillosas expandibles y, por momentos problemáticos por el exceso de humedad. Tanto, que muchos entrerrianos cansados de renegar con el trigo, empezaron a considerar a esta oleaginosa de invierno más rentable y adecuada como la reserva para dar inicio a una nueva campaña.
Además, resulta interesante tener en cuenta que como se cultiva un poco antes que el trigo es posible hacer cultivos de segunda que lo sucedan como la soja. De baja inversión y excelente respuesta a la fertilización nitrogenada hay estudios que indican rendimientos de alrededor de los 1.600 kilos / ha.
Por el momento la superficie tiende a crecer y este año alcanzará las 11 mil hectáreas, de acuerdo a los datos relevados por el departamento de estadísticas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Para la próxima campaña (2003/04) se calcula llegar a las 20 mil hectáreas y las variedades más importantes van a ser la Ceibal Inta, ProInta Omega, ProInta Lucero y la Carapé Inta.