El Parque de la Independencia mostró el impresionante merchandising creado en torno a Piñón Fijo. Menos en las hamburguesas y los choripanes, los rasgos del payaso se repiten hasta el infinito en camisetas, vasos, almohadas, sillitas, muñecos de tela y de yeso, mochilas y más cosas de las necesarias. También están las reproducciones de las más diversas facturas de los títeres, un pajarraco llamado Quenchu y Cabrito, y copias pirata del último disco, "Por los chicos vivo", cuya existencia el actor recuerda a la concurrencia junto con dos trabajos anteriores. Consciente del mercado que se despliega en torno suyo bromeó sobre lo que llamó "el guante caza Quenchu": "Ya veo que los muchachos lo van a empezar a ofrecer afuera", dijo Piñón. A la salida no había nada parecido, pero la iniciativa empresaria es pródiga y si el mercado lo demanda, sólo es necesario generar la necesidad y sentarse a esperar.
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