El delicado equilibrio en el Congreso

Pese a la intensidad y las divisiones de la campaña electoral, la mayoría del PJ está dispuesto a acompañar en el Congreso las iniciativas legislativas del candidato que se consagre electo en el ballottage.
Pero sea Carlos Menem o Néstor Kirchner el ganador, cualquier garantía de funcionamiento requerirá de trabajosos consensos, especialmente con la ahora dispersa oposición.
En la Cámara de Diputados el núcleo bonaerense, que es mayoría en el oficialismo, está alineado con Kirchner.
El menemismo se separó de la bancada antes de las elecciones y sabe que si gana su candidato también sumará rápidamente al grueso del justicialismo.
En síntesis, sea Menem o Kirchner el triunfador, los diputados justicialistas que preferirán romper antes que bajar la cabeza ante la nueva hegemonía pueden contarse con los dedos de una sola mano.
En la Cámara baja, el problema será cerrar acuerdos con el Movimiento Federal Recrear y con el ARI de Elisa Carrió, partidos que agrupan juntos a medio centenar de diputados. Es que ambos tendrán en la mira a las elecciones legislativas de octubre, donde deberán volver a competir con el justicialismo.
En el Senado, en tanto, ni el menemismo ni el kirchnerismo cuentan con una masa propia de legisladores para garantizar por sí solos la tarea parlamentaria.