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La caída de Bagdad

La caída de Bagdad genera un sentimiento de triunfalismo en los aliados de esta invasión. Es comprensible que los ciudadanos del mundo sientan una sensación parecida al alivio. La posible finalización de algo tan injusto, cruel, violento, hará desaparecer de las pantallas televisivas o de las fotografías de los medios gráficos escenas plagadas de muerte y mutilaciones. Pero lo que no tiene que caer nunca es el recuerdo del atropello a todas las instituciones primero y a la opinión pública después, perpetrados por quienes se consideraron impunes e hicieron oídos sordos a los reclamos de un elevadísimo porcentaje de seres humanos que pedían por la no realización de la guerra. Bush, Blair y Aznar serán juzgados por sus conciudadanos y por la historia, donde seguramente encontrarán el castigo que sus acciones merecen. El Centro Vasco Zazpirak Bat de Rosario, sintiéndose representante de un pueblo que padeció las atrocidades de varias guerras, que sufrió el bombardeo de Gernika por las fuerzas alemanas al servicio de Franco, quiere dejar sentada su posición ante este conflicto humillante para toda la humanidad. Que no sea la derrota de un despreciable tirano el árbol que nos impida ver el bosque donde se ocultan las verdaderas razones de tan repudiable acción.
Guillermo Canut Garramiola, presidente Centro Vasco
Zazpirak Bat de Rosario