Pablo F. Mihal / La Capital
Cuando muchos ya lo daban de baja, Carlos Oviedo, el Cordobés, se encargó de demostrar que aún posee muchas de las cualidades que lo hacen un jugador importante dentro de un equipo. "Y dicen que estoy viejito", replicó con una sonrisa cuando recibió el premio Quilmes Diario La Capital al mejor jugador del partido Universitario-Jockey Club. En el análisis del presente de Universitario, el ahora segunda línea enfatizó que terminaron el 2002 "sencillamente mal, en un octavo lugar y con las cosas que no funcionaban", lo que los obligó este año a mejorar el papel. "Este año arrancamos diferente, dándole más importancia al trabajo en el gimnasio, a la preparación física en sí, pero fundamentalmente tratando de armar un grupo homogéneo. Los entrenadores apuntaron a eso y creo que hasta ahora tuvieron bastante éxito", confió el ex octavo. -¿Dónde se ven los beneficios? -Creo que ganamos en el recambio de jugadores. Ahora es mucho más parejo porque hay más competencia en todos los puestos. Eso te obliga a elevar el nivel. -Con respecto al juego, parece que Uni ahora juega más prolijo y no arriesga innecesariamente. ¿Por qué? -Pasa por la madurez de algunos jugadores claves: medioscrum, apertura, fullback, algún que otro centro. La idea de Universitario siempre fue jugar con la pelota, al margen de que alguna vez hicimos tácticamente una cosa y otras, otra. Muchas veces ésto se entendió mal, se arriesgó sin sentido y por eso nos tildaron de que jugabamos un rugbito. -¿Cuál es tu opinión del torneo? -Es bueno, me gusta. Te da la posibilidad de enfrentarte con jugadores o equipos que por ahí nunca te enfrentaste. Antes, el círculo de jugadores era muy chico y nos conocíamos hasta las mañas, y ahora aportás otra cantidad de gente. Por ahí, "hincha" viajar a Santa Fe y Paraná, pero para mí esta competencia sube el nivel, tanto para nosotros en Rosario, como de ellos. -¿Y el sistema de puntuación? -También estoy de acuerdo: premia al que quiere jugar. -En el plano personal muchos te daban como un jugador más retirado que en actividad. ¿Vos que pensás? -¿En serio pensaban eso? (risas). Mirá, a fines del 99 tuve mi primer hijo (Victoria, 2 años) (N. de la R.: el otro se llama Lucio Ceferino, de 5 meses), y ya con una familia me llevó mucho tiempo poder ordenarme. Antes trabajaba pero la cabeza la tenía puesta en el deporte y los amigos. De repente una familia, hijos, la responsabilidad fue mayor y saqué la cabeza del deporte para ponerla en ellos. Me cambiaron la vida. Cuando vi que se acomodaron las cosas, me dedique como toda esta pretemporada a entrenar más fuerte. -¿Y cómo te sentís? -Físicamente estoy bien, estoy entero y con muchas ganas. A lo mejor antes tenía la cabeza en otra cosa pero para jugar al rugby tenés que estar bien físicamente y también de la cabeza. -¿Te divertís dentro de la cancha? -Sí, y mucho. -O sea que hay Cordobés para rato. -Ahora que ya me afiancé te diría que tengo cuerda para rato. Siempre digo que es el último año que juego, pero para ser honesto, el bichito es más fuerte que yo.
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