Unos 40 empleados de la firma textil Brukman cumplieron ayer la primera jornada de reclamo pacífico por la restitución de la fábrica en la llamada "Carpa de la resistencia" instalada en la intersección de Jujuy y Belgrano, en Capital Federal. En tanto, sin que se produjeran avances ni en la negociación política que impulsa el Ministerio de Trabajo ni en la causa en la que Justicia ordenó restituir la planta a sus dueños, las instalaciones de la fábrica, en Jujuy al 500, continuaban fuertemente custodiadas por la policía.
Los empleados aseguraron que seguirán en el lugar hasta regresar a sus puestos de trabajo y reiteraron que sólo aceptarán negociar, tanto con el gobierno como los dueños de la fábrica, cuando la policía se retire de la planta y les permita volver a ocuparla.
Ayer, organizaciones sociales y piqueteras cortaron rutas en rechazo a la represión contra los trabajadores de Brukman y en defensa de las fábricas recuperadas, en especial Renacer de Tierra del Fuego. Las protestas se realizaron en el Puente Pueyrredón -Buenos Aires, la Matanza, La Plata, Quilmes, Florencio Varela y Bahía Blanca y en las provincias de Catamarca, Jujuy, Salta y Neuquén.
Denuncia contra la policía
El periodista Miguel Bonasso presentó ayer una denuncia contra la Policía Federal por los incidentes registrados durante la represión a manifestantes frente a la fábrica Brukman. Bonasso dijo que esa tarde, cuando caminaba por la avenida Jujuy junto a otras personas, cerca de la fábrica donde se desarrollaba una protesta por la orden de desalojo, "se produjo una corrida" debido al avance de la policía que "comenzó a arrojar gases para dispersar a los presentes". Sostuvo que unas 200 personas que buscaron refugio en una estación de servicio fueron rodeadas por decenas de policías, que "ingresaron disparando".
El periodista, quien aportó a la fiscalía cuatro cartuchos servidos y uno cargado, dijo que en el lugar "había mujeres, menores y niños, que durante dos horas y media fueron privados de la libertad". (Télam y DyN)