Año CXXXVI
 Nº 49.822
Rosario,
jueves  24 de
abril de 2003
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Los pilotos ya vuelan armados en EEUU

Washington. - El secuestrador no tenía ninguna posibilidad. Ni bien ingresó en la cabina, recibió un disparo del piloto y fue reducido. Se trataba sólo de un entrenamiento, pero los representantes de la agencia de seguridad en el transporte de EEUU se mostraron encantados. Desde comienzos de esta semana, en la cabina de los aviones de pasajeros estadounidenses vuelan los primeros pilotos armados. Tras finalizar el primer curso, que incluyó un seminario sobre el tema "La psicología de la supervivencia", los pilotos recibieron una pistola. En una caja de metal con cerradura especial, pueden llevar el arma a bordo. Sólo en la cabina pueden abrir la caja y sacar la pistola.
Incluso el presidente estadounidense, George W. Bush, considerado uno de los principales defensores de las armas de los últimos años, había manifestado sus dudas respecto de la idea de pilotos con armas. Al igual que otros escépticos, temía que causaran más daños en vez de evitarlos.
Los críticos comentaron también que los terroristas pueden subir a bordo desarmados y apropiarse luego de la pistola del piloto. Además, decían, existe el peligro de que los disparos alcancen a algún pasajero o que las balas causen daño al fuselaje. Añadían que ya existe más seguridad con el reforzamiento de las puertas de las cabinas y la implementación de los llamados "sky marshalls", una especie de policías que en EEUU vuelan a bordo de los aviones de pasajeros.
Pero los pilotos, que desde hace mucho reclaman armas, impusieron su voluntad en el Congreso. El piloto Mark Flagg, cuyos padres iban en el avión que el 11 de septiembre de 2001 explotó en el Pentágono, dijo en aquel entonces ante los legisladores: "Mis padres podrían vivir si la tripulación hubiera tenido permiso de portar armas".
Mientras tanto, hay menos resistencia a que los pilotos lleven armas y los que terminaron el primer curso de entrenamiento se muestran convencidos de que una pistola en la cabina significa más seguridad para los pasajeros. "Actualmente estamos en otro mundo y por eso necesito una pistola para defender a mis pasajeros y mi cabina", dijo una piloto tras el curso.
Y las compañías aéreas, algunas de las cuales manifestaron sus dudas, están convencidas después de que el Congreso les garantizara su apoyo. Eso quiere decir que no deben pagar por el programa y, sobre todo, que quedan exentos de pagar seguro en el caso de que un piloto dispare por equivocación contra un pasajero. (DPA)


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