Guillermo Coria logró ayer una resonante victoria en dos sets ante el español Carlos Moya -número 4 del mundo-, por 7/6 (7/3) y 6/2 y accedió a la final del tradicional torneo Masters Series de Tenis de Montecarlo, dotado con 2.450.000 euros en premios. Coria, de 21 años y que está ubicado en el puesto 13º de la Carrera de Campeones y en el 26º en el Sistema de Acceso de la ATP, jugará el partido decisivo hoy, desde las 9.30, ante el español Juan Carlos Ferrero, ganador en 2002 y máximo favorito, quien eliminó al estadounidense Vince Spadea por 6/3 y 6/4. El argentino, que jugará la cuarta final de su carrera como profesional, logró desquitarse así de la derrota sufrida en la final del torneo AT&T disputada en Buenos Aires en febrero pasado y donde el español ganó en tres reñidos sets y además superó su mejor actuación en Montecarlo, ya que en 2001 llegó hasta las semifinales. El partido fue equilibrado en el primer set, donde Coria recién pudo marcar las diferencias en el tie break, que se lo quedó con un contundente 7/3. En el segundo parcial, el Mago dominó desde el comienzo, quebrándole el saque en dos oportunidades al español. En el séptimo game y con Moyá en el servicio, el santafesino tuvo tres match points que su rival pudo levantar. En el siguiente y con su servicio, Coria lo ganó fácilmente, rematándolo con un impecable saque ganador. Moyá, segundo cabeza de serie, nunca consiguió imponer su juego frente al emprendedor argentino, quien prácticamente definió el resultado al volcar en su favor el tie break. "Casi pierdo en ese primer set. Pero sobreviví y ahora estoy muy contento por haber llegado a la final", declaró Coria, quien confiesa pretender emular a su entrenador Alberto Mancini, quien ganó el título en 1989 al vencer al alemán Boris Becker. Mancini "ganó en ese año y yo espero hacer otro tanto", agregó el argentino, bautizado Guillermo en honor de su legendario compatriota Guillermo Vilas, y quien en 2001 llegó a semifinales del torneo monegasco antes de que su carrera sufriera una breve interrupción -seis meses- por una sanción por doping. Esa "experiencia fue muy dura", señaló Coria, quien sostuvo que todavía mucha gente no cree que solamente se trató de vitaminas que, sin saberlo, contenían sustancias prohibidas". "La experiencia fue muy mala para mí y para mi familia, pero me ha hecho más fuerte que nunca", concluyó. Moyá admitió que había cometido "algunos errores" en el tie break y que el fuerte viento había jugado en su contra. "Todas las pelotas volvían, aunque estaba pegando fuerte", comentó. "Las condiciones no me ayudaron, a lo mejor si las condiciones del tiempo hubieran sido distintas habría tenido más velocidad", dijo el ganador de Montecarlo y Roland Garros en 1998. "Pero él (Coria) jugó un gran partido, todo me lo devolvía muy profundo. Tengo que reconocerle el mérito. Es rápido y sabe dónde poner la pelota". Ferrero, en tanto, se deshizo con menos problemas de su rival en semifinales, el estadounidense Vince Spadea, y jugará su segunda final consecutiva en Montecarlo, donde el año pasado batió a Moyá. "Estoy feliz de estar en la final", dijo el valenciano, de 22 años. "He tenido una semana verdaderamente muy buena. Jugué dos partidos a tres sets verdaderamente muy duros ante (Félix) Mantilla y (Gastón) Gaudio para empezar. Eso me dio mucha confianza para llegar hasta la final". Así, Coria, al igual que su entrenador Alberto Mancini jugará la final de Montecarlo y buscará quedarse con toda la gloria, como aconteció hace 14 años con el rosarino y anteriormente con Guillermo Vilas, en 1982. (Télam)
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