El presidente del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), una de las agrupaciones con mayor presencia parlamentaria en Brasil, descartó ayer sumarse como aliado al gobierno de Lula y a su base de apoyo en el Congreso. La negativa frustró los intentos del gobierno de ganar el apoyo de un partido con masiva presencia de legisladores, que apuntaló la alianza que permitió al antecesor de Lula, Fernando Henrique Cardoso, gobernar ocho años, en dos períodos de gobierno. Sin embargo el PMDB aseguró que apoyará las reformas que impulsa el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y su política económica, aunque advirtió que mantendrá una postura autónoma en el Congreso. (Reuters)
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