El candidato presidencial por el Movimiento Nacional y Popular, Adolfo Rodríguez Saá, prometió ayer que, en caso de llegar a la Casa Rosada, la desocupación "bajará a un dígito" e insistió en que está primero en las encuestas y que irá al ballottage con Carlos Menem. El puntano reiteró que habrá "una segunda vuelta electoral" en la que competirá, según dijo, con Menem, al tiempo que aseveró que está "a la cabeza" en intención de voto en la provincia de Buenos Aires. El candidato también comparó la elección del 27 de abril con "una interna abierta peronista", al aludir al hecho de que los tres candidatos del PJ supuestamente se llevan el mayor caudal de los votos. Además, Rodríguez Saá afirmó que si es presidente pondrá "en marcha la Argentina" y conseguirá que "en cuatro años" los niveles de desempleo se reduzcan a "un dígito". En la charla con los periodistas, el candidato sanluiseño se mostró muy confiado en sus posibilidades de llegar a la Presidencia, en ningún momento abandonó su amplia sonrisa y hasta compartió algunos datos de las últimas encuestas que maneja y en las que basa su optimismo. En ese sentido, aseguró que en la provincia de Buenos Aires, bastión del presidente Eduardo Duhalde, está primero en intención de voto, "cuatro puntos" arriba de su seguidor, que -indicó- se trata de Carlos Menem. Señaló también que en Córdoba él está primero por diez puntos, y que en Mendoza va adelante con 32 puntos, mientras que Menem aparece con 20 y el candidato oficialista Néstor Kirchner mide sólo 10. Rodríguez Saá no lo dudó y dijo que el ballottage lo disputará con Menem. En ese contexto, se divirtió con la idea del "shock" que significaría para el gobierno de Duhalde que su candidato se quede afuera de la segunda vuelta. "Una segunda vuelta Rodríguez Saá-Menem sería un balde de agua fría para el gobierno. ¿Se imaginan esa situación?, la Casa Rosada va a ser una heladera, un freezer, el día después de la elección", afirmó.
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