Año CXXXV
 Nº 49.811
Rosario,
domingo  13 de
abril de 2003
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A la caza de la suculenta fortuna de Saddam

Christiane Oelrich

Washington. - Desde la caída del régimen en Bagdad, se trabaja intensamente en la búsqueda en todo el mundo de los miles de millones de dólares de Saddam Hussein. La revista estadounidense Forbes incluyó al jefe de Estado iraquí entre los hombres más ricos del mundo. El gobierno estadounidense e investigadores privados están convencidos de que durante años la familia de Saddam ha amasado una ingente fortuna con negocios ilegales y que ha transferido el dinero al extranjero. El Departamento del Tesoro estadounidense tiene una unidad que exclusivamente se encarga de buscar la fortuna.
Se trata de un complicado trabajo para los detectives. La empresa de Nueva York Kroll Associates necesitó a principios de los años 90 dos años para seguir la amplia red de empresas tapaderas iraquíes. El gobierno kuwaití había contratado a esta empresa para ver qué podía recuperar en el marco de las indemnizaciones por la guerra. Entonces, Kroll estimó la riqueza personal de Saddam en entre diez y once mil millones de dólares. "Estimamos que desde entonces han sumado entre 1.500 y 2.000 millones de dólares más anualmente", afirmó recientemente Jules Kroll. "La fortuna se habrá incrementado", dijo el empresario, quien está convencido de que el sistema ha funcionado hasta hace poco.
Saddam y sus familiares más allegados consiguieron la mayor parte del dinero a través de giros a cuentas privadas provenientes de los negocios del petróleo y las armas. Kroll descubrió empresas con participación iraquí en Italia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, EEUU y Suiza. Los investigadores también han encontrado en cuentas jordanas indicios de cuentas con importantes depósitos pertenecientes a la familia de Saddam. Qusay y Uday, los hijos de Saddam, están considerados los autores de esta compleja red de empresas, apoyados por turbios socios de negocios en varios países, que Kroll cree que manejan los hilos en la actualidad.
Hace diez años, la pista principal que Kroll siguió condujo al hermanastro de Saddam, Barzan al Tikriti, que hasta en 1998 fungió como embajador iraquí ante la ONU en Ginebra. Bajo direcciones poco llamativas se registraron allí y en Panamá turbios holdings. Uno de ellos, Montana Managment, participaba en el grupo francés Hachette, que entre otros publica la revista estadounidense Elle. Barzan rechazó entonces cualquier participación de la familia Saddam en estas empresas.

Coches robados para diplomáticos
Las investigaciones de Kroll demostraron que lujosos coches robados durante la invasión a Kuwait más tarde aparecieron al servicio de los diplomáticos iraquíes en Ginebra. "Me repugnaría usar algo o utilizar algo que pertenezca a otra persona. Así me educaron", aseguró entonces Barzan en la televisión estadounidense.
El grupo británico Indict, que procura llevar ante los tribunales a criminales de guerra del régimen iraquí, presentó hace dos años en Ginebra una demanda contra Barzan. Armado con un estudio actualizado de Kroll, que ha documentado las continuas actividades del clan de Saddam en Suiza, el grupo exigió la detención del hermano del ahora en paradero desconocido presidente iraquí. "Barzan estuvo en mayo y septiembre de 2002 en Suiza. Pero las autoridades no reaccionaron y lo dejaron viajar", dijo Charles Forrest de Indict. Forrest indica que la cifra de empresas tapadera del régimen iraquí ascendería a 200.
La Coalición (estadounidense) para la Igualdad Internacional documentó el año pasado cómo la familia de Saddam se enriqueció -según afirma- hasta con el programa Naciones Unidas Petróleo por Alimentos. El petróleo iraquí se ha vendido a través de empresas mediadoras a precio de mercado y se habría desviado a cuentas bancarias secretas de Saddam hasta 30 centavos de dólar por barril, asegura.
Entretanto, en todo el mundo se han congelado ya tres mil millones de dólares, según fuentes estadounidenses. Kroll espera poder hacer aún muchos e importantes hallazgos. (DPA)


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