Habitantes de los alrededores de Bagdad dijeron ayer haber visto con vida a Qusay, el hijo más joven de Saddam, poco después de que EEUU atacó con bombas un edificio donde el ejército norteamericano había intentado matar a Hussein y a sus hijos. El lunes pasado un bombardero B-1 lanzó cuatro bombas de 900 kilos sobre el distrito de Mansur después de que la CIA recibiera una información que apuntaba a que Hussein y sus hijos Qusay y Uday se encontraban en su interior. El ataque supuso la demolición del edificio, pero agentes estadounidenses y británicos dijeron que sospechaban que Hussein podría haber escapado. Una pareja de mediana edad dijo haber visto a Qusay, el heredero aparente de Hussein, siendo trasladado fuera de la ciudad en un Peugeot 306, 15 minutos después de los bombardeos. La pareja, que conocía a Qusay por haberle visto antes en carne y hueso, dijo que había huido de la casa después de las explosiones.
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