Las pymes suelen plantear que tienen un sinnúmero de prioridades antes de incluir la gestión ambiental en sus procesos productivos, que se agigantan cuando las firmas son las sobrevivientes de la peor crisis económica de la Argentina. Martina Chidiak, consultora de Cepal-Naciones Unidas en la Argentina, realizó un relevamiento sobre las dificultades de las pymes locales para desarrollar un esquema que permita mejorar la gestión ambiental. Entre los principales factores se encuentran la falta de información normativa, incentivos de mercado, inercia organizacional (en particular en las pymes con tradición familiar), problemas de acceso al financiamiento y una baja prioridad ambiental ante el planteo del conflicto empleo versus gestión ambiental. Por esta razón, la economista especializada en medioambiente señaló que el camino a recorrer para evitar un enfrentamiento entre empleo-medioambiente debe ser la concertación de plazos para la convergencia hacia la utilización de tecnologías limpias. Dentro de los esfuerzos en el sector privado situó a las empresas líderes y cámaras empresarias como ejes para la difusión de las soluciones técnicas más convenientes, de ayuda para comprender las ventajas de mercado y de imagen social que provee una adecuada gestión ambiental; y por su cercanía a las empresas, las entidades tienen más posibilidades para lograr el diálogo constructivo de soluciones que el sector público. El director ejecutivo de Cipra (Cámara de Industrias de Procesos, que agrupa a las pymes químicas locales), Ricardo Lesser, agregó que la gestión ambiental en las pequeñas y medianas empresas está condicionada por las insuficiencias de masa crítica asociadas al tamaño. En este sentido, el directivo también apuntó ventajas y desventajas para las pymes. Dentro de las primeras colocó la alta sensibilidad a las fluctuaciones de la demanda, fuerte capacidad de innovación y cambio, entre otras. De las desventajas resaltó la posición no oligopsónica (difícil abastecimiento en condiciones y precios); escasa inversión y desarrollo; difícil acceso al mercado de tecnologías; escasa capacidad de endeudamiento; desequilibrios entre necesidades y recursos financieros. Cuanto menor es el tamaño relativo de las industrias, menor es la implementación de medidas que mitiguen el impacto ambiental. Según trabajo presentado por Lesser, el 70% de las grandes firmas sustituyeron insumos contaminantes, realizaron cambios en los procesos de producción o reutilizaron o trataron sus residuos. En cambio, el 20% de las pymes realizaron algunas de esas acciones. En base a un informe elaborado por Cipra sobre los créditos disponibles a nivel nacional o internacional para financiar obras para mejorar los procesos productivos o inversiones en tecnologías limpias, Lesser resalta que los préstamos no tienen carácter promocional para las pequeñas y medianas empresas nacionales.
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